La situación del sistema de salud en Paraguay ha alcanzado niveles alarmantes. La Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (Aneaes) y el Círculo Paraguayo de Médicos han comenzado un diálogo crucial respecto a las carreras de Ciencias Médicas, evidenciando una grave contradicción en el sistema educativo y de salud.

A pesar de que hay aproximadamente 43.000 estudiantes de Medicina en el país, la mayoría de universidades privadas, solo 3.000 son de origen paraguayo. Este dato resalta una tendencia preocupante: mientras crecen las matrículas, la cantidad de médicos calificados para brindar atención es cada vez menor.

Durante la inauguración de esta mesa de diálogo, el presidente del Círculo, doctor Jorge Rodas, hizo hincapié en la necesidad de firmar un convenio que permita una evaluación exhaustiva de las carreras médicas. Se busca asegurar que todas las instituciones cumplan con los estándares mínimos necesarios, no solo en infraestructura, sino también en los programas académicos y en el campo de práctica. En sus palabras, "en aquellas carreras que no cumplen con lo básico, será necesaria la intervención de expertos".

La urgencia de este acuerdo se hace evidente, ya que el propio Rodas ha subrayado que muchos nuevos médicos carecen de especialización e incluso no han pasado los rigurosos exámenes de la Comisión Nacional de Residencias Médicas (Conarem). Sin embargo, logran ocupar puestos en hospitales y centros de atención.

La parálisis en la asignación de puestos vacantes, así como la falta de políticas que aseguren un adecuado despliegue de especialidades médicas, ha llevado a un punto crítico donde hay más estudiantes que médicos dispuestos a cubrir necesidades esenciales de salud. La falta de claridad por parte del Ministerio de Salud agrava aún más esta situación.

Además, se habló de la importancia de la transparencia en las acreditaciones de las carreras de Medicina, algo que el Círculo Paraguayo de Médicos ha solicitado insistentemente. Rodas mencionó que es vital que los informes de evaluadores no sean manipulados internamente, lo que ha sido una preocupación constante en este proceso.

El panorama es desolador y plantea serias reflexiones sobre el futuro de la salud en Paraguay. Si bien hay entusiasmo entre los jóvenes por convertirse en médicos, sin las políticas adecuadas y sin una gestión clara, muchos de ellos podrían no encontrar el camino que esperaban. ¿Hasta cuándo se ignorará esta alarmante paradoja? ¡Es hora de actuar!