
La paradoja del bienestar de las mujeres: ¿por qué son más felices a pesar de su salud mental precaria?
2025-03-05
Autor: Mateo
Las desigualdades de género que enfrentan las mujeres se asemejan a una gota malaya, erosionando su bienestar en diversas áreas de la vida. Aunque han logrado avances significativos en muchos aspectos, como la participación en la fuerza laboral y la educación, el camino hacia la igualdad todavía presenta grandes obstáculos. Están subrepresentadas en decisiones políticas, ganan menos que los hombres y, en muchos casos, deben cargar con la doble responsabilidad del trabajo doméstico y las obligaciones laborales, lo cual afecta negativamente su salud mental y emocional.
Una reciente investigación publicada en la revista Science Advances ha puesto de relieve las grietas de género en el bienestar, revelando curiosas paradojas que inquietan a los expertos. A pesar de que las mujeres reportan niveles más altos de felicidad, esa alegría se presenta en un contexto de peores resultados en salud mental, incluyendo mayores tasas de depresión y ansiedad. Este fenómeno es aún más notable cuando se comparan sus niveles de bienestar con los de los hombres; en las últimas décadas, a pesar de los avances en igualdad, el bienestar de las mujeres ha disminuido.
Los investigadores, liderados por Caspar Kaiser de la Universidad de Oxford, han analizado cómo la percepción del bienestar puede ser influenciada por factores biológicos, culturales y expectativas sociales. A nivel mundial, las mujeres se sienten menos seguras y más vulnerables emocionalmente, particularmente en regiones como América Latina y Europa Occidental, donde las tasas de malestar psicológico son alarmantes.
Las normas sociales y los roles tradicionales de género juegan un papel crucial. Las mujeres suelen estar sometidas a expectativas que fomentan el cuidado y la expresividad emocional, lo que puede aumentar su malestar. Además, enfrentan mayores desafíos en el equilibrio entre trabajo y vida familiar, llevando a una carga emocional abrumadora.
Por otro lado, a pesar de la innegable lucha diaria, se ha observado que las mujeres tienden a ser más optimistas respecto a su satisfacción vital. Sin embargo, estudios recientes sugieren que esta tendencia podría estar cambiando, especialmente tras los efectos desestabilizadores de la pandemia de COVID-19, que ha intensificado las dificultades emocionales y psicológicas para las mujeres en muchos países.
Este fenómeno del bienestar aparentemente contradictorio puede explicarse por la forma en que las mujeres y hombres evalúan su vida. Las mujeres, bajo expectativas generalmente más bajas en términos salariales y de ascensos, podrían reportar una mayor satisfacción laboral, mientras que los hombres, con mayores expectativas, podrían sentirse más frustrados si no logran cumplirlas.
Curiosamente, la investigación dual sugiere que en países donde se han logrado avances significativos en igualdad de género, como algunos de Europa, el bienestar femenino no ha evolucionado positivamente. Muchas mujeres siguen experimentando la llamada 'doble carga': el trabajo tradicional en el hogar combinado con las responsabilidades laborales, lo que incrementa el estrés y disminuye la calidad de vida.
La conclusión más impactante de este estudio es que alcanzar la igualdad económica no garantiza necesariamente un aumento en el bienestar de las mujeres. Mientras tanto, expertos como Judit Vall, profesora de Economía, subrayan que los sesgos de género en el mercado laboral, especialmente después de la maternidad, continúan penalizando a las mujeres, acentuando la necesidad de un enfoque más integral en políticas de género que aborden no sólo la equidad económica, sino también el bienestar emocional y la salud mental.
En resumen, la paradoja del bienestar femenino revela que, si bien las mujeres pueden percibir su vida como satisfactoria, la realidad subyacente es mucho más compleja y requiere una atención crítica para cerrar esa brecha de bienestar de género, con el fin de que cada mujer pueda encontrar plenitud y felicidad genuina en su vida.