Salud

¡La Nueva Especialidad de Medicina de Urgencias en España: Un Desafío por un Código!

2024-09-18

Al inicio del verano, una noticia trascendental resonó en los medios: la aprobación por parte del Consejo de Ministros de la nueva especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias, un paso necesario para igualarnos con el resto de Europa. Hasta ahora, España era el único país de la Unión Europea que carecía de esta especialidad oficialmente reconocida.

En la Subdirección de Urgencias de Navarra, muchos de nosotros estábamos esperanzados, pensando que al igual que nuestros colegas de urgencias hospitalarias y de ambulancias, podríamos obtener este título de forma extraordinaria, siempre y cuando cumpliéramos con los requisitos establecidos por el BOE. Este reconocimiento significaría no solo un aval a nuestro trabajo, sino que además sería sin costo para la administración sanitaria.

Sin embargo, en Navarra, nos encontramos con una traba insalvable: el gran muro administrativo de la Consejería de Salud. Muchos médicos de nuestra Subdirección se ven privados de esta oportunidad simplemente porque el código administrativo asignado a nuestra actividad no coincide con el exigido por el Real Decreto. Los médicos que operan en ambulancias podrán conseguir el título, mientras que nosotros, que coordinamos la asistencia sanitaria del 112 y decidimos la movilización de recursos en emergencias, quedamos excluidos. Aparentemente es evidente que deberíamos recibir el mismo reconocimiento y, por ende, compartir el mismo código.

Curiosamente, la mayoría de las comunidades autónomas españolas comprenden que la coordinación sanitaria y el transporte no se pueden separar. Por tanto, han regulado para que los centros coordinadores tengan el codiciado código administrativo y sus profesionales puedan disfrutar de la nueva titulación. Es un agravio que un coordinador en cualquier otra región, como La Rioja o Asturias, pueda recibir el título de especialista en Urgencias, mientras que en Navarra no sea así, a pesar de tener las mismas responsabilidades.

El compromiso de nuestro servicio es innegable y se evidencia en nuestra constante adaptación a las demandas emergentes, ya sean los Sanfermines, las demandas generadas durante la Covid-19, o la presión que enfrentamos durante el verano. Todo ello con el sacrificio de nuestro tiempo libre y la flexibilidad en nuestros turnos para atender a la población. Recibimos elogios en los medios cuando resolvemos estas situaciones complejas, pero cuando se trata de realizar cambios prácticos y reconocer nuestro trabajo a través del código administrativo, parece que las palabras se evaporan...