
La Medida Invisible del Bienestar: Costa Rica y su Compromiso con el Progreso Social
2025-04-06
Autor: Santiago
Costa Rica, un verdadero paraíso natural entre dos océanos, no es solo un destino turístico; es un ejemplo viviente de cómo la naturaleza y la identidad cultural pueden entrelazarse. Este pequeño país, con su sorprendente biodiversidad, alberga aproximadamente 500,000 especies de animales, lo que representa cerca del 6,5% de todas las especies existentes en el planeta. Desde exuberantes manglares hasta bosques nublados y selvas tropicales, la riqueza ecológica de Costa Rica es insuperable.
La nación ha sido pionera en sostenibilidad y conservación ambiental, convirtiéndose en uno de los destinos ecoturísticos más destacados del mundo. Sin embargo, este éxito trae consigo desafíos significativos. Uno de los mayores retos es equilibrar la protección del entorno natural con el flujo constante de millones de turistas que llegan cada año, atraídos por la belleza natural y la rica biodiversidad de la región.
Además, hay otra preocupación: garantizar que el auge del turismo contribuya al desarrollo económico, social y cultural equitativo. Es urgente que la prosperidad generada por este sector beneficie no solo a unos pocos, sino a toda la población, de manera sostenible. Pero, ¿cómo se puede medir el bienestar real en este contexto? Aquí es donde entra en juego el Índice de Progreso Social (IPS), un innovador indicador que evalúa la calidad de vida y el desarrollo social en diferentes regiones y países sin depender únicamente del Producto Interno Bruto (PIB).
El IPS analiza aspectos fundamentales: ¿Tienen acceso las familias a agua potable? ¿Los niños llevan libros a la escuela? ¿Existen oportunidades laborales en la región? Este enfoque integral permite una visión más rica sobre la prosperidad de los pueblos.
Desde una perspectiva macroeconómica, Costa Rica muestra un crecimiento notable. Según el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), el país recibió más de 2,6 millones de turistas en 2024, un 7,7% más que el año anterior, y se proyecta llegar a 2,9 millones para 2027. Esto ha generado ingresos superiores a 5,000 millones de dólares y la creación de cerca de 189,000 empleos directos, confirmando la vital importancia del sector turístico en la economía nacional.
Sin embargo, este crecimiento rápido plantea la cuestión de si la riqueza generada se distribuye equitativamente. A medida que el turismo se expande, también surge el riesgo de la masificación, lo que puede potencialmente generar tensiones sociales y degradar recursos naturales. En este sentido, el IPS se convierte en una herramienta esencial para medir el impacto del turismo en las comunidades y garantizar que sus beneficios sean reales y justos.
El IPS, desarrollado por la ONG Social Progress Imperative, combina más de 54 variables en tres dimensiones clave: necesidades humanas básicas, bienestar fundamental y oportunidades de progreso. Esto permite una comparación efectiva entre países y a nivel local, ofreciendo también versiones aplicadas a regiones y ciudades para identificar áreas de mejora y diseñar políticas más efectivas.
Desde que Costa Rica comenzó a medir el IPS aplicado al turismo en 2017, se han realizado encuestas en más de 6,700 hogares, recopilando la opinión de cerca de 22,200 personas. En 2024, el 89,2% de los encuestados consideran que el turismo tiene un impacto positivo en sus regiones. Los resultados de la encuesta muestran un incremento en el IPS promedio de destinos turísticos, alcanzando 72,57 puntos sobre 100, lo que refleja mejoras en la calidad de vida.
Los datos son claros: en un mundo marcado por el cambio climático y desafíos globales, Costa Rica ha tomado la delantera al integrar la sostenibilidad en su modelo turístico. El IPS permite al gobierno conocer qué políticas funcionan, dónde es necesario ajustar estrategias y cómo se pueden dirigir mejor las inversiones para beneficiar a las poblaciones locales.
Este pais no se conforma con ser un hermoso destino turístico; busca asegurar que la calidad de vida de sus habitantes sea igual de espléndida. En este sentido, el Índice de Progreso Social no es solo una herramienta de medición, sino un compromiso con el futuro, donde el turismo se convierte en un pacto entre las personas y el entorno, asegurando que el bienestar y la naturaleza prosperen en armonía.
La sostenibilidad en Costa Rica no es un mero eslogan, sino un verdadero compromiso que abarca a todas sus comunidades, desde las aldeas perdidas entre montañas hasta los ríos que han serpenteado por milenios. El servicio del turismo trasciende lo económico; debe ser un esfuerzo colectivo hacia un futuro donde la prosperidad se comparta de manera equitativa. ¿Puede Costa Rica liderar el camino hacia un turismo responsable y consciente? La respuesta está en sus manos y en la comunidad.