Ciencia

¿La inteligencia de los hijos proviene del papá o de la mamá? La ciencia finalmente revela la verdad

2025-03-28

Autor: Santiago

Los factores genéticos juegan un papel crucial en el desarrollo de los niños, afectando no solo su apariencia física y personalidad, sino también su intelecto. Durante años, hemos escuchado frases como: 'Eres tan inteligente como tu mamá' o 'Has heredado la inteligencia de tu papá'. Pero, ¿qué hay de cierto en esto?

Investigaciones recientes han arrojado luz sobre esta curiosidad popular. Según un estudio con pruebas en animales, publicado en Psychology Spot y citado por The Independent, parece que la inteligencia se hereda en mayor proporción de la madre. En este experimento, ratones de laboratorio fueron manipulados genéticamente, y los resultados revelaron que aquellos con un mayor porcentaje de ADN materno desarrollaron cerebros más grandes y cuerpos más pequeños, en contraste con los que presentaron una mayor carga genética paterna.

El porqué de esta predominancia materna se atribuye a los genes relacionados con el cromosoma X. Las mujeres poseen dos cromosomas X (XX), mientras que los hombres tienen solo uno (XY). Así, la probabilidad de que un niño herede la inteligencia materna es mayor, pues la madre aporta dos oportunidades genéticas frente a una sola del padre.

Adicionalmente, se ha descubierto que si un padre transfiere el gen de la inteligencia, este puede desactivarse automáticamente, ya que se trata de 'genes condicionados'. En cambio, los genes aportados por la madre se activan y desempeñan su función respectiva en el desarrollo cerebral.

Sin embargo, los padres también contribuyen con genes importantes. Por ejemplo, pueden influir en el instinto de supervivencia, la alimentación, la agresividad y el manejo de las emociones, que son fundamentales para el desarrollo básico y las interacciones sociales de los niños.

Es crucial considerar que, pese a la influencia genética, el contexto de crianza también es determinante. Expertos en desarrollo infantil enfatizan que la estimulación temprana, la educación formal y el entorno en que un niño crece son factores que pueden alterar su capacidad cognitiva. No se trata solo de heredar genes, sino de crear un ambiente que favorezca el aprendizaje y el crecimiento.

Así que la próxima vez que alguien te diga que tienes la inteligencia de tu mamá o tu papá, recuerda: ¡la ciencia tiene mucho que decir al respecto! ¿Podría ser que el futuro de nuestros hijos no dependa únicamente de su herencia genética, sino también de las oportunidades y estímulos que reciban en su entorno?