Salud

La inquietante falta de datos sobre el vaginismo en España: ¿Cuántas mujeres sufren en silencio?

2025-01-14

Autor: Antonia

El vaginismo es un trastorno sexual que afecta a muchas mujeres, pero sigue siendo un tema rodeado de tabúes y muy poco investigado. En España, la ausencia de datos fiables sobre la prevalencia de esta condición resalta la profunda lacuna en la investigación médica referente a la salud femenina. Diversos estudios y testimonios de mujeres indican que la medicina enfrenta un marcado sesgo de género que desincentiva la investigación sobre enfermedades que afectan a las mujeres, entre las que se incluye el vaginismo.

El vaginismo se caracteriza por contracciones involuntarias de los músculos del suelo pélvico, que pueden provocar dolor intenso durante las relaciones sexuales o incluso impedir que estas se lleven a cabo. La calidad de vida de muchas mujeres se ve gravemente afectada, pero la falta de estudios exhaustivos incentiva la desinformación y el miedo a buscar ayuda. Un reciente reportaje de El País subraya que, mientras en Dinamarca solo el 0,8% de casi 25,000 mujeres encuestadas declaró haber experimentado vaginismo en el último año, un estudio realizado en Ghana reveló que más del 68% de 400 mujeres participantes padecían esta condición.

El machismo estructural en el ámbito médico actúa como un poderoso obstáculo para que muchas mujeres reciban el diagnóstico y tratamiento adecuados. Esta cuestión se agrava por los estigmas culturales que aún prevalecen, lo que dificulta que las mujeres hablen con libertad sobre su salud sexual. Un estudio de la Universidad de Sídney Occidental, también citado por El País, indicó que muchas mujeres enfrentan serias dificultades para buscar y recibir atención médica adecuada.

La doctora Laura López, especialista en Obstetricia y Ginecología en el Instituto Gómez Roig (Barcelona), señala que es complicado estimar la prevalencia del vaginismo debido a la tendencia de las mujeres a ocultar este problema. Las causas del vaginismo son diversas y pueden incluir factores tanto físicos como psicológicos. Sin embargo, la falta de información y el machismo en el diagnóstico médico perpetúan un ciclo de invisibilidad.

En el libro ‘Mujeres invisibles para la medicina’, Carme Valls Llobet, médica e investigadora, aborda el impacto negativo que la escasa perspectiva de género en la investigación médica tiene sobre la salud de las mujeres. Se cuestiona por qué un hombre que presenta dolor torácico recibe un electrocardiograma inmediato, mientras que a una mujer con síntomas similares se le prescribe un ansiolítico. Esta disparidad ilustra claramente cómo se encierra a las mujeres en un ciclo de desatención médica.

Es vital que estas cuestiones se lleven a la luz pública. La creación de campañas de concienciación y el impulso para que la salud femenina sea prioritaria en la investigación médica son pasos necesarios para romper con los tabúes que rodean al vaginismo y otras afecciones. Solo así podremos proporcionar a todas las mujeres las herramientas necesarias para que hablen de sus problemas de manera abierta y reciban la atención que merecen.