Lionel Messi ha causado una revolución en la MLS desde su llegada, trayendo consigo a jugadores de renombre como Sergio Busquets, Jordi Alba y Luis Suárez al Inter Miami. Pero en medio de este despliegue de talento también se encuentra Yassine Cheuko, el guardaespaldas personal de Messi, quien ha captado la atención en América del Norte por su inusual rol dentro y fuera del campo.

Cheuko ha tenido que intervenir en más de una ocasión para contener a los aficionados que, ansiosos por un encuentro con el astro argentino, se lanzan al terreno de juego. Sin embargo, lo que ha generado una gran controversia es su reciente declaración de que la MLS le ha prohibido ingresar al campo de juego, lo que pone en jaque su capacidad para proteger a Messi.

En una entrevista con House of Highlights, Yassine expresó su frustración: "No me quieren en el terreno de juego, y eso es un gran problema para mi función como guardaespaldas". Su experiencia en Europa es considerable; trabajó durante siete años en la Ligue 1 y la Champions League, donde solo un puñado de personas logró saltar al campo. En contraste, desde su llegada a Estados Unidos hace 20 meses, ya han entrado 16 personas al campo de juego.

“Es un gran desafío aquí. No soy el problema, solo quiero ayudar a Leo. Amo la MLS y a la CONCACAF, pero debemos unir fuerzas. Me encanta colaborar, y aunque no soy mejor que nadie, mi experiencia en Europa puede ser muy valiosa”, destacó Cheuko.

Este incidente ha puesto en la mesa el debate sobre la seguridad en los eventos deportivos y el papel que deben jugar los guardaespaldas en la protección de figuras públicas. La MLS, por su parte, podría considerar la importancia de formar una colaboración más estrecha con el equipo de seguridad de Messi, garantizando así no solo su protección, sino también la experiencia del público, que puede entender la necesidad de mantener el orden en estos eventos.