El año 2015 comenzó como cualquier otro para Don Francisco, una leyenda de la televisión hispana. Con una agenda repleta, incluyendo una invitación de Michelle Obama y un congreso en el Vaticano, todo parecía en su lugar. Sin embargo, una inquietud lo acompañaba: no había realizado su tradicional ritual de Año Nuevo, el cual le daba un sentido de dirección para el año que venía.

A medida que el año avanzaba, esa preocupación fue creciendo. Su contrato con Univisión, la cadena que había emitido Sábado Gigante desde finales de los 80, estaba por concluir y sin él, podría llegar el fin del emblemático programa.

El 17 de febrero de 2015, esa inquietud se convirtió en realidad. Recibió una llamada de Alberto Ciurana, el nuevo presidente de Univisión, que lo convocó a su oficina, llenándolo de temor. Los rumores sobre el fin de Sábado Gigante aumentaban, y Mario Kreutzberger, su verdadero nombre, sentía que lo peor estaba por llegar.

El Golpe de la Verdad

Al llegar, el ejecutivo le confirmó lo que temía: "La empresa ha decidido terminar con Sábado Gigante". Kreutzberger sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor, comparando su dolor a un martillazo en la cabeza.

A pesar de su consternación, trató de recordarle a Ciurana el acuerdo verbal que había tenido años atrás con su predecesor, César Conde. Pero la respuesta fue contundente: "Eso no dice el contrato". Su corazón se hundió al darse cuenta que su mayor logro televisivo llegaba a su fin.

Deambulando como un Zombi

Desorientado, Don Francisco salió de la oficina y se subió a su auto, conduciendo sin rumbo por las calles de Miami. Miles de recuerdos inundaron su mente sobre los comienzos de Sábado Gigante y sus días de gloria. En ese momento de desolación, la realidad del fin del programa lo golpeó con fuerza.

La tristeza y la confusión lo llevaron a buscar consuelo en la comida. Se detuvo en un deli y devoró un enorme sándwich, sintiendo que era todo lo que podía hacer en ese instante.

Un Último Intento

A pesar del pesimismo, Don Francisco decidió hacer un último intento. Quería hablar con Emilio Azcárraga, el poderoso dueño de Televisa, y fue acompañado por su abogado a una reunión con el CEO de Univisión, Randy Falco. En esta ocasión, optó por pedir una extensión para despedirse adecuadamente de su querido programa.

Para su sorpresa, Randy Falco le informó que el final de Sábado Gigante no sería en mayo, como se había planeado, sino el 19 de septiembre. Por un momento, la esperanza renació en él, sintiendo que su legado televisivo podría tener el cierre digno que merecía.

El Adiós Definitivo

Aquella extensión del programa fue, según él, el resultado de una conversación entre Azcárraga y Falco, deseando que su despedida fuera memorable. El capítulo final se emitió el 19 de septiembre de 2015, marcando así el adiós definitivo a un programa que había trascendido generaciones.

La historia de Don Francisco es un reflejo de la lucha y tenacidad en el mundo del entretenimiento. Este relato no solo captura el cierre de Sábado Gigante, sino también la emotividad y el apego que un ícono como él siente hacia su carrera y su legado.