Aún sin haber conquistado la tan ansiada vuelta olímpica, en la Universidad de Chile ya se preparan para su regreso a la competencia internacional después de tres años de ausencia. El entrenador de los azules, Gustavo Álvarez, ha estado trabajando en la planificación de la temporada 2025 y ha puesto en su lista negra a tres futbolistas que no continuarán con el equipo tras las vacaciones de verano.

El primer nombre en la lista es Ignacio Tapia. Este defensor de 25 años, que comenzó el ciclo como titular, ha tenido problemas de disciplina que lo han relegado al banquillo. Su primer error fue llegar tarde a un entrenamiento, lo que lo dejó fuera del partido contra Unión Española. Pero lo más preocupante fue que no notificó su lesión antes de enfrentar a Universidad Católica, lo que obligó a Álvarez a sustituirlo a minutos del inicio del encuentro. Con un contrato que se extiende hasta diciembre del próximo año, Tapia ha acumulado 456 minutos en la cancha y ha aparecido en nueve partidos, de los cuales cuatro fueron como titular.

El segundo cortado es Juan Pablo Gómez, quien, debido a una operación al inicio del Campeonato Chileno, perdió su oportunidad de pelear por la titularidad. A esto se suma que en julio, la dirigencia de Azul Azul y Gómez no llegaron a un acuerdo para la renovación de su contrato, que finaliza en diciembre. Solo una destacada actuación podría cambiar su destino. Hasta ahora, el lateral derecho ha jugado solo 171 minutos en tres partidos, y ha sido titular en dos.

En cuanto a las incorporaciones, Luciano Pons se ha convertido en una gran decepción. Traído específicamente por Álvarez, su historia comenzó a torcerse tras una expulsión tonta en un partido contra Audax Italiano en febrero. Desde entonces, ha tenido dificultades para asegurarse un lugar en el once titular y ha desaparecido de las convocatorias en la segunda parte de la temporada. Con 752 minutos en 19 partidos y apenas tres goles, su futuro en el club se ve incierto, ya que su contrato también se extiende hasta diciembre del año próximo.

Sin embargo, no solo Pons ha fallado en la ofensiva. Nicolás Guerra ha luchado para hacerse un nombre como centrodelantero titular y, aunque estuvo en negociaciones con Audax Italiano durante el mercado de invierno, decidió quedarse en el equipo. Con un registro de 333 minutos jugados, 11 partidos, 3 titularidades y 2 goles, Guerra no ha podido brillar lo suficiente como para ser considerado un jugador imprescindible en la plantilla.

Con estos movimientos, la Universidad de Chile se prepara para una reconstrucción que promete ser contundente. La afición espera ver caras nuevas que revitalize al equipo y lo lleven de nuevo a la senda del éxito.