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La contundente crítica de Hayao Miyazaki sobre la IA: ¡ChatGPT imita el arte de Studio Ghibli!

2025-03-31

Autor: Lucas

Este fin de semana, las redes sociales estallaron con imágenes que simulaban el icónico estilo de Studio Ghibli, generadas por una innovadora herramienta de Inteligencia Artificial de ChatGPT. Desde cuentas oficiales como la Casa Blanca hasta usuarios comunes, todos querían experimentar cómo lucirían si fueran parte de una de las utópicas y bellas producciones de este estudio japonés.

El fenómeno generó un nuevo interés en un video de Hayao Miyazaki, el legendario fundador de Studio Ghibli, quien ha criticado de manera contundente el uso de la inteligencia artificial en la creación artística. Su declaración, que data de 2016, era sorprendentemente profética, ya que la IA de aquel entonces era muy rudimentaria comparada con las capacidades actuales.

Durante una demostración sobre los atributos de la Inteligencia Artificial, Miyazaki compartió una conmovedora anécdota sobre un amigo con discapacidad y lo difícil que es para él chocar los cinco. "Mi amigo no puede levantar su brazo debido a los músculos rígidos, y esto me hace reflexionar sobre el verdadero dolor humano. Quienes crean estas tecnologías parecen estar ajenos a esto", manifestó Miyazaki.

El director nipón agregó que nunca utilizaría la IA en su trabajo, considerando que es un "insulto a la vida misma". Su afirmación fue clara: "Estamos llegando al fin de los tiempos. La humanidad está perdiendo la fe en sí misma".

Esta postura de Miyazaki ha resurgido en un momento en el que muchos en el mundo del arte y la tecnología están debatiendo sobre el futuro de la creatividad frente a la inteligencia artificial. La pregunta que resuena es: ¿la máquina puede realmente capturar la esencia de la experiencia humana, o simplemente se queda en la superficie? A medida que la tecnología avanza, la controversia alrededor de la IA y su lugar en el arte continúa alimentando conversaciones apasionadas. Los fanáticos de Studio Ghibli deben preguntarse si el legado de Miyazaki podrá perdurar en un mundo cada vez más automatizado.