Adriano Leite Ribeiro, conocido como Adriano, fue un ícono del fútbol mundial. Campeón de América con la selección brasileña, cuatro veces campeón de la Serie A con el Inter de Milán y candidato al Balón de Oro en 2004 y 2005. Se destacó como uno de los delanteros más letales a comienzos de los 2000. Sin embargo, su ascenso fulgurante se vio empañado por tragedias personales que lo llevaron a un dramático declive.

La depresión y el alcoholismo hicieron estragos en la vida de Adriano, quien, después de haber sido considerado un gigante del fútbol, pasó sus días vagando por las favelas de Río de Janeiro. Su historia es un recordatorio impactante de cómo la fama y el éxito pueden desmoronarse.

Desde las favelas a conquistar Italia

Adriano dio sus primeros pasos en el mundo del fútbol en Flamengo en el año 2000, donde llamó la atención por su fuerza física y habilidad. En tan solo su segunda aparición, anotó su primer gol en el profesionalismo, marcando el inicio de una brillante carrera. Con 19 años, se trasladó al Inter de Milán, aunque inicialmente fue cedido a la Fiorentina. Sin embargo, su talento brilló rápidamente, y pronto se estableció como una estrella en el Inter.

Durante su tiempo en el club, Adriano se convirtió en un verdadero ícono, anotando un total impresionante de 26 goles en su primera temporada. Su rendimiento le valió un lugar en la selección brasileña, donde continuó su trayectoria en ascenso, destacándose en la Copa América 2004, ayudando a Brasil a levantar el trofeo.

La trágica muerte de su padre

A los 25 años, cuando se encontraba en la cima de su carrera, una llamada desde Brasil cambió su vida para siempre: su padre había fallecido. Esta pérdida devastadora afectó profundamente su salud mental y su capacidad para rendir en el campo. A pesar de que su equipo continuó cosechando éxitos, la situación de Adriano se deterioró rápidamente.

A lo largo de los años, sus problemas personales y su relación con el alcohol lo llevaron a abandonar el Inter en 2009 y regresar a Brasil, donde experimentó un breve resurgimiento con las camisas de Flamengo y Roma, pero nunca recuperó su forma dorada.

La alarmante vida posterior al fútbol

Desde su retiro, Adriano ha estado en el centro de múltiples controversias, reflejando una vida marcada por el sufrimiento y la batalla contra sus demonios personales. Recientemente, ha sido visto en situaciones alarmantes en las favelas, descalzo, aparentemente bajo los efectos del alcohol, lo que ha despertado la preocupación entre sus fanáticos y antiguos compañeros de equipo.

Un video que circuló en redes sociales mostró al exjugador en un estado verbal y físico deteriorado, acompañado por un grupo de personas que reían a su alrededor. Esta situación no es única; ya en 2020, durante la pandemia, Adriano fue grabado en una fiesta que ignoraba las pautas de salud pública, lo que revivió las preocupaciones sobre su bienestar.

A pesar de intentos de encontrar estabilidad, como su apresurado matrimonio en 2022 que duró solo 24 días, Adriano continúa siendo un símbolo de la lucha con adicciones y la falta de apoyo emocional. Con cada nuevo escándalo, sus seguidores se preguntan si el camino de regreso a la gloria es aún posible.

Una verdad preocupante

Los rumores sugieren que la situación financiera de Adriano podría estar deteriorándose, dejando a muchos preguntándose si este amado ícono del fútbol brasileño podría enfrentar un futuro sombrío. La historia de Adriano es un potente recordatorio de cómo el éxito en el deporte no garantiza una vida plena, y el apoyo emocional puede ser tan crítico como la habilidad atlética.