¡La Arquitectura que Sana! Cómo Diseñar Espacios para Mejorar la Salud y el Bienestar
2024-12-27
Autor: Isidora
La soledad, el sedentarismo y los problemas de salud mental son retos contemporáneos que pueden abordarse de manera innovadora a través de la arquitectura. Recientemente, en un congreso internacional sobre arquitectura y salud, 170 expertos de más de veinte países discutieron cómo el diseño de espacios impacta en el bienestar social y la calidad de vida de las personas.
Finlandia ha sido pionera en esta visión. En 1933, los célebres arquitectos Aino y Alvar Aalto crearon el Sanatorio de Paimio, un hospital ideado específicamente para tratar la tuberculosis. Este edificio no solo albergaba a pacientes, sino que su diseño contribuía a la curación, utilizando la luz natural, colores suaves y mobiliario cuidadosamente pensado para crear un ambiente que fomenta la empatía y la tranquilidad.
Este enfoque de la arquitectura como herramienta para la salud se reforzó en la reconstrucción de Finlandia después de la Segunda Guerra Mundial, donde Aalto y otros arquitectos jugaron un papel crucial al diseñar edificios que fomentaban el bienestar social, tales como bibliotecas y universidades. La calidad y la visión social de su trabajo hicieron de la arquitectura finlandesa un referente a nivel mundial.
En el congreso en la Universidad Aalto, se discutieron temas como el diseño inclusivo. Jutta Treviranus, directora del Centro de Investigación en Diseño Inclusivo de Canadá, abogó por crear espacios que consideren todas las diferencias humanas en lugar de un usuario promedio. Este enfoque innovador busca escuchar las voces de quienes enfrentan desafíos al interactuar con el entorno construido.
La importancia de estos conceptos se evidencia en instituciones como el Hospital Erasmus MC en los Países Bajos, donde se rediseñaron las puertas para mejorar la privacidad y la seguridad del paciente, reflejando cómo cada detalle del diseño puede influir en la experiencia del usuario.
El Hospital Universitario de Oslo, por su parte, ha creado un pequeño edificio anexo donde los niños ingresados pueden jugar en un ambiente menos estresante, alejándolos de la atmósfera hospitalaria. Esta estrategia es esencial para su bienestar emocional y recuperación.
En Helsinki, un antiguo hospital ha sido transformado en una moderna residencia para mayores, aplicando principios de diseño que fomentan la comunidad y la accesibilidad. Este nuevo hogar está organizado en unidades de convivencia, ofreciendo espacios compartidos que fomentan la interacción entre los residentes.
Por otro lado, Dinamarca ha adoptado un enfoque de planificación urbana que prioriza el bienestar social al incorporar pequeños centros sanitarios dentro de las comunidades, facilitando el acceso a servicios de salud y reduciendo las desigualdades.
La colaboración entre sectores es fundamental para asegurar que la arquitectura no solo cumpla con estándares estéticos, sino que también integre soporte social y sanitario. La participación de comunidades en el proceso de diseño garantiza que los espacios respondan adecuadamente a sus necesidades.
Esto marca el camino hacia un futuro donde la arquitectura no solo sea un refugio físico, sino un agente transformador que promueva la salud y el bienestar en la sociedad. La integración de estos conceptos puede cambiar radicalmente la forma en que vivimos y nos relacionamos en nuestros entornos diario.