
La alarma de los amaños: de las criptomonedas al escándalo en el fútbol español
2025-03-25
Autor: Santiago
En las últimas temporadas, el mundo del fútbol se encuentra en estado de alarma debido a informaciones sobre posibles amaños de partidos, donde no solo se busca alterar el resultado, sino también manipular situaciones como tarjetas amarillas a favor de ciertos jugadores. Actualmente, dos casos notorios están en el centro del ojo público: el de Paquetá en la Premier League y el de Kike Salas en España. Las instituciones futbolísticas están en pie de guerra contra estas prácticas fraudulentas, advirtiendo a los jugadores sobre los peligros de caer en la trampa de los amaños, que a menudo llegan a través de ofertas de pago utilizando criptomonedas o incluso extorsiones directas.
Los peligros siempre presentes
"Hoy en día, un amaño puede ser impulsado desde el primer día de la competición", advierten desde el departamento de Integridad de LaLiga, enfatizando que la amenaza es constante. Desde la patronal española alertan que uno de los principales riesgos proviene de grupos organizados que intentan manipular el fútbol, aprovechándose de lagunas legales y del entorno de apuestas deportivas que rodea al deporte rey. Los beneficios que obtienen suelen ser difíciles de rastrear, lo que agrava la problemática.
A pesar de que LaLiga asegura que esta temporada no han registrado alertas significativas de corrupción, han monitorizado casos donde intentos de amaños han sido detectados en las ligas de Primera y Segunda División. Uno de los ejemplos más inquietantes fue el intento de soborno a un defensa, quien recibió una oferta a través de un mensaje phishing para dejarse marcar un gol en el minuto 80, el momento en que las apuestas son más altas. Además, un jugador se dio cuenta de que su cuenta de póker fue hackeada para hacer apuestas en contra de su propio equipo y denunció el hecho a la policía.
No solo actúan grupos organizados, sino que a veces son personas cercanas a los jugadores las que intentan forzar decisiones que pueden llevar a ganar dinero fácil, como forzar tarjetas amarillas o goles. Sin embargo, los responsables de LaLiga advierten que tales acciones son consideradas delitos de estafa, ya que alteran el azar de los partidos. Aconsejan a los jugadores que no solo están bajo vigilancia, sino que también se monitorea a su entorno.
Estrategias contra el amaño
LaLiga ha establecido una serie de medidas para combatir estos riesgos. Primero, realizan una labor de prevención, donde se imparten talleres de concienciación a todos los clubes. En la última temporada, se llevaron a cabo 158 talleres, con el fin de que tanto jugadores como cuerpo técnico sean conscientes del peligro y no caigan en la tentación. Además, se concentra una vigilancia especial en equipos que no tienen nada en juego durante finales de temporada, conocidos como partidos "calientes". Estos encuentros son más susceptibles de ser manipulados por apostadores.
La interacción de los jugadores con el personal de Integridad ha mejorado notablemente. Ahora, se acercan para hacer preguntas sobre casos personales, evidenciando un aumento en la conciencia sobre el tema. Estos encuentros se producen durante los partidos, donde un oficial de Integridad está presente para servir como figura disuasoria.
Curiosamente, uno de los momentos más críticos para realizar apuestas ilegales es durante el partido en acción, ya que las casas de apuestas suelen permitir mayores límites de dinero en esos momentos. La rápida respuesta de los sistemas de monitoreo ha demostrado ser efectiva, como ocurrió en el caso del Nàstic-Huesca, donde se cerraron la mayoría de los mercados en minutos tras detectar irregularidades.
El caso de Kike Salas
A nivel nacional, el caso de Kike Salas, un jugador del Sevilla, ha captado la atención tras ser detenido por presuntamente forzar tarjetas amarillas para que amigos apostadores se beneficiaran. Actualmente, Salas está bajo investigación judicial y, dependiendo del resultado, podría enfrentarse a una suspensión de su licencia entre dos y cinco años, según el Código Disciplinario de la RFEF. Esta situación ha servido como una advertencia para otros jugadores, enfatizando que todos los intentos de amaño serán detectados, sin importar cuán sutiles puedan parecer.
La incertidumbre sobre las apuestas persiste entre los jugadores, quienes preguntan acerca de las competencias en las que legalmente pueden hacerlo. La regla general prohíbe cualquier apuesta en competiciones donde ellos o sus clubes estén involucrados. LaLiga también ha tomado medidas restrictive, impidiendo a sus trabajadores realizar apuestas, reafirmando así su compromiso contra la corrupción y manteniendo un alto nivel de vigilancia dentro del deporte.