El tenso conflicto entre Kylian Mbappé y el Paris Saint-Germain (PSG) ha escalado a niveles sorprendentes, con el delantero francés elevando el tono de su disputa legal contra el club.

Mbappé ha amenazado con dejar al PSG sin la licencia de la UEFA, en caso de que el club siga negándose a pagar la suma de 55,4 millones de euros (más de 54 mil millones de pesos) que le debe de su último contrato. Esta situación ha puesto en jaque el futuro del club, que podría verse privado de participar en competiciones europeas.

Su abogada, Delphine Verheyden, fue clara en sus declaraciones al diario L’Équipe: "Mi cliente no se detendrá hasta obtener la cantidad adeudada, ya que actúa en nombre de todos los jugadores afectados por situaciones similares". Según Verheyden, esta lucha va más allá del interés personal de Mbappé, dado que representa un principio sobre el respeto de las normativas deportivas.

"Estamos ante un caso que podría desestabilizar el sistema actual del fútbol. El PSG está enviando un mensaje a otros clubes: 'dejen de pagar a sus jugadores y obliguen a que busquen justicia'", alertó Verheyden, quien considera que este proceso podría extenderse durante años y perjudicar a los futbolistas antes de que obtengan lo que se les debe.

El último recurso presentado por la abogada ante la Federación Francesa de Fútbol (FFF) tiene un doble propósito. En primer lugar, busca que la Comisión Superior de Apelación obligue al PSG a acatar las decisiones previas de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), así como la comisión jurídica que falló a favor de Mbappé. En segundo lugar, Verheyden sugiere que la FFF debería asumir la responsabilidad de sancionar al PSG y, si es necesario, escalar el caso a la UEFA.

La normativa europea establece que un club que no cumple con sus obligaciones económicas podría perder la licencia necesaria para participar en competiciones como la Champions League. Esto significa que, si la FFF y después la UEFA toman medidas, el PSG podría verse excluido de los torneos europeos, lo que no solo afecta la reputación del club, sino también sus ingresos considerables por derechos de televisión y patrocinio.

Mientras tanto, el PSG se defiende argumentando que esta diferencia con Mbappé únicamente puede ser resuelta por los tribunales ordinarios. Sin embargo, la presión sobre el club sigue aumentando y el futuro de Mbappé y del PSG se vuelve cada vez más incierto. ¡Los próximos meses serán decisivos y veremos qué rumbo toma esta situación explosiva!