Un escalofriante caso ha llegado a su fin en Alto Hospicio, donde Richard Fuentes Fierro, un hombre de 48 años, ha sido sentenciado a presidio perpetuo por la violación de cuatro mujeres en un corto lapso, entre diciembre de 2021 y enero de 2022. Este condenado es considerado un "agresor sexual serial" por sus horrendos crímenes.

Las evidencias presentadas por la Fiscalía fueron abrumadoras. Además de los atroces ataques recientes, se reveló que Fuentes Fierro había agredido sexualmente a su ex pareja en años anteriores, convirtiendo su relación en un ciclo de violencia y abuso.

El fiscal especializado en delitos sexuales, Cristóbal Platero, explicó que "el imputado mostró un patrón de comportamiento característico de un agresor sexual serial, teniendo antecedentes de agresiones físicas, psicológicas y sexuales contra dos de sus exparejas."

Las víctimas, aterrorizadas, recordaron cómo el agresor las abordó en plena noche, amenazándolas con un arma de fuego y llevándolas a lugares apartados donde consumó sus crímenes. Es escalofriante pensar que estas mujeres vivieron momentos de gran terror y vulnerabilidad que marcarán sus vidas para siempre.

En el juicio, los testimonios de las víctimas fueron clave. Una de ellas, tan traumatizada por los eventos, tomó la drástica decisión de abandonar el país debido al miedo constante que le generaban sus recuerdos. Los peritajes del Servicio Médico Legal y de psicólogos confirmaron el impacto psicológico extremo que estas agresiones provocaron en las víctimas, corroborando la necesidad de una justicia ejemplar.

Además, la ex pareja de Fuentes Fierro, quien también fue víctima de abusos durante sus años de convivencia, relató episodios de violencia inhumana que vivió a su lado. Otra mujer, que compartió su vida con el agresor por casi ocho años, también contó historias desgarradoras sobre las crueles situaciones que enfrentó antes de lograr alejarse de él.

Con esta condena, se envía un poderoso mensaje de que la violencia sexual no será tolerada y que las víctimas merecen justicia. Sin embargo, la lucha contra el abuso y la violencia de género sigue siendo un desafío urgente en nuestro país. Es un recordatorio de la importancia de visibilizar y apoyar a las víctimas para que nunca se sientan solas en su batalla por justicia.