La crítica situación de las escuelas infantiles en Canarias

La Intersindical Canaria ha lanzado una contundente advertencia sobre la precaria situación de las 13 escuelas infantiles que dependen de la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, enfatizando que carecen de los recursos necesarios para asegurar una atención adecuada a los menores y sus familias. Nazareth Alonso, delegada sindical de Intersindical Canaria, denuncia que persiste una "tardanza" inaceptable en las sustituciones de personal, lo que ellos califican de "desidia" administrativa, ya que aún no se han publicado las listas actualizadas para su reemplazo.

Ejemplo alarmante: la escuela infantil Aridamán

Un caso alarmante es el de la escuela infantil Aridamán, ubicada en Tafira (Las Palmas de Gran Canaria), donde tres educadoras infantiles están de baja y no han sido reemplazadas. Este centro, con un total de siete profesionales, se ve forzado a sobrecargar a sus educadores, quienes deben asumir más funciones, afectando gravemente la atención que reciben los niños.

Situaciones similares en otras escuelas

Además, la situación no es exclusiva de un solo centro. En la escuela infantil La Atalaya, en Santa María de Guía, el cocinero trabaja sin ayudantes "a pesar de que hay personal disponible", mientras que las limpiadoras se ven obligadas a substituirse entre ellas para cumplir con las tareas. La crisis se extiende incluso en Santa Cruz de Tenerife, donde la escuela infantil Virgen del Carmen, en Los Realejos, lleva más de cuatro meses utilizando un servicio de catering debido a la falta de cocina propia.

Respuesta de la Consejería de Bienestar Social

Ante esta situación crítica, fuentes de la Consejería de Bienestar Social afirmaron el pasado 20 de enero que se inició el proceso de sustitución para las tres educadoras de la escuela Aridamán, y esperan que el próximo miércoles ya estén incorporadas. No obstante, aseguran que "las listas están funcionando" y que están trabajando para hacer el proceso de sustitución más rápido en comparación con años anteriores.

Historias de falta de recursos persistentes

El problema de fondo no es nuevo: la Consejería llevaba años con listas de reserva agotadas, desactualizadas desde 2007, lo que ha llevado a situaciones donde padres y madres no pueden dejar a sus hijos en las escuelas asignadas. Estas instituciones son claves para la conciliación laboral y familiar, sobre todo para familias en situación de vulnerabilidad social, que en muchos casos no tienen otras alternativas de cuidado.

Estrategias para mitigar la crisis

Un ejemplo es la escuela La Fuente y Las Folías, que el pasado curso decidió limitar su actividad exclusivamente a niños cuyos padres trabajasen, dada la incapacidad para llevar a cabo sustituciones rápidamente, optando en algunos casos por contratar personal desempleado, haciendo que el proceso fuera tedioso al depender de la administración pública.

Intentos de solucionar el problema

Por otro lado, el año pasado, la Consejería de Bienestar Social empezó a tomar medidas para abordar el problema de las sustituciones. A finales del año anterior, se actualizaron las listas en las tres categorías pendientes, resultando en un total de 757 educadores, 143 camareros y limpiadores, y 73 cocineros, según fuentes oficiales.

Persistencia de la crisis

Sin embargo, el grave problema persiste: aún no se han publicado listas actualizadas en todas las categorías, una tarea que corresponde a la Dirección General de Función Pública. La Intersindical Canaria critica que, a pesar de haber solicitado reuniones desde hace más de un año, no han recibido respuesta sobre este tema crucial.

Llamado a la acción

Nazareth Alonso subraya la urgencia de publicar estas listas antes de que se inicien los llamamientos de sustitución, destacando que "la publicación es fundamental para garantizar la legalidad del procedimiento según lo estipulado". Además, advierte que la falta de educadoras en las listas es responsabilidad de la administración, resaltando la imperiosa necesidad de que la Consejería garantice un servicio esencial como son las escuelas infantiles sin restarles personal.