El cierre del Campeonato Nacional 2024 llegó a su fin de manera dramática para Universidad de Chile, que tras un empate ante Everton se quedó con las manos vacías y la frustración palpable entre sus seguidores. A pesar de sus esfuerzos, La U finalizó en el segundo puesto, mientras que Colo Colo se coronó campeón.

Los azules, que necesitaban una victoria para tener esperanza de forzar un partido definitorio contra los albos, no pudieron capitalizar su ventaja durante el encuentro y lo terminaron empatando frente a los ‘ruleteros’.

La tensión en el campo de juego se disparó aún más tras el pitido final, cuando Diego Oyarzún, defensa de Everton, lanzó insultos hacia los jugadores de La U, provocando una intensa gresca en el centro del Estadio Nacional. "¡Levanten la copa ahora, levántenla ahora! ¡Chunchos de mierda!", fue la provocativa frase que generó la ira de los futbolistas universitarios.

Este altercado no solo remarcó la rivalidad entre los equipos, sino que también evidenció la frustración de un Universidad de Chile que se esperaba protagonismo en la disputa del campeonato. Los ánimos se caldearon tanto que varios jugadores de La U se abalanzaron sobre Oyarzún, defendiendo la dignidad de su equipo. Incluso un juez asistente tuvo que intervenir, empujando a Oyarzún con su banderín en un intento de que se retirara de la zona.

Este incidente ha generado un eco mediático, alimentando el debate sobre la conducta de los futbolistas y la necesidad de mantener el respeto en la cancha. La bronca quedó en evidencia y muchos se preguntan si este tipo de situaciones deberían ser sancionadas más severamente en el futuro, para preservar la integridad del deporte. El conflicto que comenzó en el terreno de juego ha dejado un mal sabor en los aficionados de ambos bandos y plantea un interesante futuro para el fútbol chileno.