En un mundo hiperconectado, el bienestar digital se establece como un cimiento crucial en las iniciativas de sostenibilidad y responsabilidad social corporativa de las empresas. Este concepto, que une la ecología digital y la salud mental en el uso de tecnologías, ha cobrado una relevancia notable en las agendas corporativas, subrayando la necesidad de un enfoque más consciente hacia el entorno digital. En este contexto, ING ha lanzado su innovador Estudio de Bienestar Digital, cuyo objetivo es medir el impacto del uso de Internet y la tecnología en la población española.

Desarrollo del estudio en cuatro fases durante dos años

Como parte de su estrategia ESG (Ambiental, Social y de Gobernanza), ING ha creado un nuevo territorio de comunicación denominado Bienestar Digital. Este estudio se desarrollará en cuatro fases a lo largo de dos años y busca evaluar cómo este enfoque puede influir en la percepción y comportamiento de la población respecto a su bienestar digital. Entre los aspectos que se medirán se incluyen la notoriedad, la importancia percibida, la intención de cambio y las modificaciones efectivas en los hábitos relacionados con el bienestar digital.

La primera fase, llevada a cabo entre mayo y junio de 2024, ha desvelado datos significativos sobre la situación actual y las oportunidades en este terreno. Se realizaron 1,000 entrevistas a individuos entre 18 y 65 años, con una duración media de 7 minutos por entrevista, incluyendo preguntas abiertas para recoger impresiones cualitativas. La muestra fue diseñada para reflejar la diversidad demográfica de España, controlando variables como sexo, edad, clase social y ubicación geográfica.

Comportamientos y actitudes hacia el Bienestar Digital

De acuerdo con los hallazgos, solo un 10% de los españoles considera que goza de un bienestar digital, mientras que más del 54% consideran crucial contar con un protocolo de desconexión laboral. Aunque el 63% piensa que es fundamental apagar el móvil en momentos clave, solo el 39% lo hace de manera habitual.

Sorprendentemente, solo el 5,6% de los encuestados tiene un entendimiento profundo de la contaminación asociada a Internet. Además, al autoevaluar su bienestar digital, muchos no se sienten satisfechos. Tan solo un 28,2% evaluó su bienestar digital como "bueno", y un escaso 7,9% lo calificaron como "muy bueno". Esto sugiere que, aunque los consumidores están relativamente cómodos con su relación actual con la tecnología, son conscientes de que podrían beneficiarse al adoptar nuevas prácticas que mejoren su bienestar.

El estudio también descubre la escasa notoriedad sobre las problemáticas del bienestar digital, lo que representa una oportunidad para las marcas que deseen establecerse como líderes en este nuevo ámbito. La contaminación digital y sus efectos en la salud mental son áreas aún poco exploradas en la conciencia pública, con niveles de reconocimiento significativamente inferiores a otros problemas ESG más tradicionales, como la sequía o el reciclaje. Por ejemplo, solo un 39% sabía sobre la contaminación digital, en comparación con el 66% que reconocía los impactos sobre el bienestar mental. Este bajo nivel de conocimiento enfatiza la necesidad de campañas de concienciación que no solo informen, sino que también impliquen activamente a los consumidores en la adopción de prácticas que mitiguen estos efectos negativos.

Luis González Soto, Director de Marketing de ING, subraya el compromiso de la entidad: “Nuestro compromiso es a largo plazo, queremos ser agentes de cambio y liderar con nuestro ejemplo. Con Bienestar Digital queremos ser catalizadores de un movimiento que aumente la conciencia pública sobre el impacto de nuestro comportamiento digital, contribuyendo con pequeños cambios a un futuro más equilibrado y sostenible.”

Dentro de este proyecto, ING ha puesto en marcha iniciativas para ayudar a quienes deseen mejorar su bienestar digital. Han elaborado un decálogo de desconexión digital y un autodiagnóstico en su sitio web, invitando a reflexionar sobre la relación con la tecnología y ofreciendo consejos prácticos para realizar pequeños cambios en las rutinas diarias. Además, se ha lanzado un contenido audiovisual protagonizado por Jesús Calleja titulado “Yo tampoco lo sabía”, así como el podcast de ficción "Delete", que presenta episodios con expertos que ofrecen reflexiones y consejos sobre temas relacionados con el bienestar digital.

Datos alarmantes que todos debemos conocer

Los estudios destacan que, de continuar este ritmo digital sin autocontrol, no solo nuestra salud mental se verá comprometida, sino también el bienestar del planeta. Los residuos electrónicos y el consumo energético asociado al uso excesivo de dispositivos están alcanzando niveles insostenibles. Este nuevo enfoque de ING pone el dedo en la llaga frente a una crisis que muchos prefieren ignorar. ¿Estamos dispuestos a cambiar? En un momento social donde el bienestar personal y el medio ambiente están en juego, este estudio es más relevante que nunca. Así que, ¡no te quedes atrás y únete a la revolución del Bienestar Digital!