A lo largo de la historia, la humanidad ha enfrentado epidemias devastadoras, desde la peste hasta la COVID-19. Sin embargo, a principios del siglo XX, una de las más sorprendentes fue la encefalitis letárgica, una ola que sumió a decenas de miles de personas en un sueño profundo y causó numerosas muertes en todo el mundo.

¿Qué es la encefalitis letárgica?

La encefalitis letárgica, conocida como "la enfermedad del sueño", es un trastorno neurológico caracterizado por la inflamación del cerebro. El neurólogo austríaco Constantin von Economo la identificó en 1917, describiendo sus síntomas clínicos. Entre estos se encontraban fiebre alta, letargo extremo, cambios en el comportamiento y parkinsonismo postencefalítico, un síndrome con temblores y dificultades motoras.

La epidemia de 1917-1928

La epidemia tuvo un alcance global, pero Europa y Norteamérica fueron las más afectadas. Ciudades densamente pobladas como Londres, Nueva York y Berlín sufrieron un impacto severo, exacerbado por las malas condiciones de vida.

Los síntomas reportados

Los síntomas se dividieron en tres categorías: agudos, neurológicos y secuelas crónicas. Aquellos que sobrevivieron a la fase aguda enfrentaron a menudo discapacidades permanentes, convirtiéndose en lo que se conoció como 'estatuas vivientes', con una rigidez corporal que les daba una apariencia marmórea.

La mortalidad fue alarmante, con cifras que oscilaban entre el 20% y el 50% de los pacientes. En su apogeo, la enfermedad afectó a más de un millón de personas en todo el mundo, y muchos de los sobrevivientes sufrieron secuelas que transformaron sus vidas.

Cobertura mediática de la época

La prensa jugó un papel crucial durante la epidemia, informando al público sobre esta "plaga misteriosa". Títulos como "La enfermedad del sueño amenaza a nuestras ciudades" infundieron miedo y confusión debido a la falta de conocimiento sobre el origen y tratamiento de la enfermedad.

¿Causas de la encefalitis letárgica?

Las causas exactas siguen siendo un enigma. Las hipótesis más citadas incluyen:

1. **Infección viral:** Se cree que un virus relacionado con la gripe de 1918 pudo haber desencadenado la epidemia, aunque no se ha identificado un agente viral específico en los tejidos cerebrales de los pacientes.

2. **Reacción autoinmune:** Algunos investigadores sugieren que podría ser el resultado de una reacción autoinmune tras una infección previa.

3. **Factores ambientales:** Otros han propuesto que los factores ambientales, como toxinas o deficiencias nutricionales, jugaron un papel en el desarrollo de la enfermedad.

4. **Multifactorialidad:** Puede ser el resultado de una combinación de factores infecciosos, inmunológicos y ambientales.

Casos recientes

Aunque hoy se considera rara, ha habido casos aislados en años recientes. Desde 2020, algunos estudios clínicos han documentado síntomas similares a los de la epidemia de 1917-1928, sugiriendo que la encefalitis letárgica, aunque poco común, sigue presente. Los investigadores están explorando posibles conexiones con pandemias modernas, como la COVID-19.

La encefalitis letárgica no ha sido completamente erradicada y sigue siendo un tema de investigación clave, ofreciendo nuevos desafíos y posibles respuestas sobre esta enigmática "plaga de durmientes" que asoló al mundo hace un siglo. ¿Qué secretos más oculta esta misteriosa enfermedad? ¡La ciencia está solo al borde de descubrirlo!