¡Increíble! Vida en Venus: ¿Podrían los microorganismos de la Tierra haber llegado a nuestro vecino planetario?
2025-01-19
Autor: Sofía
Desde hace siglos, Venus ha sido objeto de fascinación para los científicos, no solo por su cercanía a la Tierra y sus similitudes superficiales, sino también por ser un lugar inhóspito con temperaturas extremas que parecen eliminar cualquier posibilidad de albergar vida. Sin embargo, una nueva teoría podría cambiar drásticamente nuestra percepción sobre este planeta vecino.
Un equipo de investigadores ha planteado la sorprendente hipótesis de que microorganismos terrestres podrían haber llegado a Venus gracias a impactos de asteroides. Este concepto, conocido como "panspermia", sugiere que partículas expulsadas de la Tierra tras una colisión podrían haber sido transportadas a Venus, llevando potencialmente con ellas formas de vida capaces de sobrevivir en condiciones adversas.
Emma Guinan, investigadora de la Universidad Estatal de Arizona y autora principal de un estudio presentado en la conferencia de la Unión Geofísica Americana en 2024, está al frente de esta investigación, buscando cuantificar la masa terrestre que podría haber llegado a Venus y la cantidad de células que habrían viajado en el proceso. "¿Qué ocurriría si la vida se transfiriera desde la Tierra hacia Venus, ya que ya hay vida aquí?", cuestionó Guinan, destacando un intrigante dilema.
La teoría de la panspermia no es algo nuevo; ha sido considerada como una posible explicación para el origen de la vida en la Tierra, con la idea de que organismos del espacio profundo viajaron para establecerse aquí. En este caso, se concentra en la posibilidad de que microorganismos se hayan desplazado a Venus tras el impacto de asteroides, un planeta que, pese a su fama de ser hostil, podría tener zonas habitables en su atmósfera.
Según Space.com, tras un impacto asteroidal, se genera un fenómeno llamado "material eyectado", que significa que partículas de un planeta son lanzadas al espacio. Estas partículas, en teoría, pueden atravesar distancias increíbles, y en el caso de la Tierra, es factible que hubieran llegado a Venus, que está a unos 41 millones de kilómetros en su punto más cercano.
El equipo de Guinan ha estimado que cerca de mil millones de células podrían haber sido transferidas de nuestro planeta a Venus a lo largo de mil millones de años. Sin embargo, esta cifra no implica necesariamente que todas ellas hayan sobrevivido el viaje o que sean viables en el nuevo entorno. Guinan aclara: "Ni siquiera afirmamos que esas células sobrevivan a la transferencia o en la atmósfera, pero definitivamente están siendo transferidas".
El espacio es hostil para cualquier forma de vida. La radiación cósmica, los micrometeoritos y las temperaturas extremas presentan enormes desafíos. No obstante, Guinan subraya que las células pueden agruparse, lo que incrementaría sus posibilidades de supervivencia. "Cuando se transfieren células, suelen hacerlo en grupos. No es como si una única célula viajara sola a Venus".
A pesar de las condiciones infernales de la superficie de Venus, que alcanzan los 475°C (887°F) y poseen una presión atmosférica aplastante, la atmósfera tiene una capa que podría ser más hospitalaria para la vida. Este estrato se sitúa entre 45 y 60 kilómetros de altitud, donde la temperatura y presión son más similares a las de la Tierra.
Sin embargo, esa capa de nubes tiene su propia serie de desafíos únicos, ya que está compuesta en gran parte por ácido sulfúrico. Guinan remarca que estas condiciones no son particularmente favorables para la vida: "No está realmente conectada con la vida".
En el 2020, el interés por Venus como posible hogar de vida extraterrestre se disparó tras el hallazgo de fosfina en su atmósfera. Este compuesto, formado por fósforo e hidrógeno, se ha considerado un posible indicador de actividad biológica, aunque sus orígenes pueden ser no biológicos. Este descubrimiento despertó el interés en la posibilidad de que Venus albergue vida, ya sea nativa o traída desde otro lugar, como la Tierra.
Para avanzar en esta fascinante investigación, los científicos necesitan más datos sobre la atmósfera de Venus. Guinan indicó que las imágenes de infrarrojos y los análisis espectroscópicos serían fundamentales para entender mejor la viabilidad de la panspermia. Además, futuras misiones de la NASA, denominadas DaVinci y Veritas, se están preparando para desvendar los secretos de las condiciones atmosféricas del planeta y su potencial para albergar vida.
Estas misiones tendrán como objetivo estudiar la composición química y las propiedades físicas de la atmósfera de Venus, así como su geología. Los resultados podrían ofrecer respuestas cruciales a preguntas sobre la posibilidad de que microorganismos de la Tierra hayan llegado a Venus y, más importante aún, si lograron sobrevivir y prosperar en este ambiente extremo. ¡El futuro de la astrobiología se encuentra en juego!