Ciencia

¡Increíble! Venus: el planeta del infierno que brilla en nuestro cielo y tiene un día más largo que un año

2024-11-03

Autor: Joaquín

Cuando el sol se oculta, un fenómeno celestial ilumina el horizonte: Venus, ese brillante punto en el firmamento que superó a todas las estrellas y solo es opacado por la Luna. Este planeta, a menudo conocido como nuestro 'hermano' debido a sus similitudes con la Tierra, revela varios misterios a medida que se hace visible tras el ocaso. Si miras hacia el oeste al caer la tarde, podrás apreciarlo en su esplendor eterno.

A medida que la oscuridad avanza y los últimos rayos del sol se desvanecen, Venus se manifiesta con una luminosidad penetrante, cautivando a los observadores. Al principio débil y tenue, su brillo se intensifica hasta convertirse en un faro en la noche, en un espectáculo visual que da la bienvenida a la oscuridad. Este planeta ha recorrido la constelación de Escorpio y ya se ubica en Ofiuco, rumbo a Sagitario a mediados de noviembre, por lo que aquellos que disfrutamos de la astronomía tenemos mucho que esperar.

Venus, con tamaño y densidad casi igual a la de la Tierra, está situado un 30% más cerca del Sol, lo que explica su temperatura infernal: un ardoroso 460°C, suficiente para fundir plomo. Su atmósfera está compuesta en su mayoría por dióxido de carbono, siendo la causa de un efecto invernadero devastador que mantiene este calor incluso durante sus largas noches. La presión atmosférica es 90 veces mayor que la de la Tierra, lo que haría que cualquier ser humano se sintiera aplastado, como si llevara un coche encima.

El carácter infernal de Venus no se limita solo a su temperatura y presión; sus vientos huracanados, que alcanzan los 350 km/h, son arrastrados por nubes de ácido sulfúrico, presentando un panorama hostil e inhóspito. Aunque hace millones de años pudo haber tenido ríos de agua, hoy solo vemos un paisaje árido y vacío de vida.

Una de las curiosidades más sorprendentes de Venus es su relación con el tiempo. Un año en su superficie dura casi 225 días terrestres, mientras que un solo día (es decir, el tiempo que tarda en rotar sobre su eje) extiende su duración a 243 días. Esto significa que un día en Venus es más largo que un año. Y como si esto no fuera suficiente, Venus gira en sentido opuesto al resto de los planetas del sistema solar. En este infierno temporal, el sol sale por el oeste y se oculta por el este, un verdadero enigma celestial que desafía la lógica.

La conexión de Venus con la Luna también es mágica. Cada mes, durante algunas noches, se pueden observar juntos en el cielo. De hecho, ¡este 4 de noviembre, la Luna con solo el 8% de su superficie iluminada se alineará con Venus, creando un espectáculo digno de presenciar! Conocida como Diana para algunos y Afrodita para otros, esta diosa mitológica es un símbolo de amor y belleza, desafiando los cataclismos de su propia atmósfera.

Desde perspectivas mitológicas, Virgilio mencionó que Venus era la ancestro femenino del pueblo romano. Esto resuena con las visiones de Dante en su 'Divina Comedia', donde el poeta se adentra en los horrores del infierno, pero siempre en busca de las estrellas. Y al final, su travesía le lleva hacia la luz, al igual que nosotros cuando miramos hacia Venus al atardecer.

En conclusión, Venus es mucho más que un simple punto brillante en nuestro cielo; representa todo un universo de misterios y maravillas que no debemos dejar de explorar. Cada vez que dirijas la mirada hacia su resplandor al caer la noche, recuerda: en este vasto universo frío, compartir esos momentos es lo que le da sentido a nuestra existencia. Así que sal y disfruta del increíble espectáculo que nos brinda Venus, el planeta infernal que sigue brillando desde hace milenios.