Una noticia devastadora ha sacudido los cimientos del deporte en Norteamérica, pues un joven de tan solo 17 años ha sido acusado de asesinar a un compañero tras una feroz pelea ocurrida en plena competencia de atletismo.

El trágico incidente tuvo lugar en el Estadio Kuykendall de Frisco, Texas, y ha dejado a la comunidad deportiva en estado de shock. Según los informes de la policía local, el jugador de fútbol americano de la Escuela Secundaria Frisco Centennial, Karmelo Anthony, apuñaló a Austin Metcalf, un atleta y compañero de la Escuela Secundaria Frisco Memorial, durante un altercado que se tornó violento.

La pelea se desató después de que Metcalf le dijera a Anthony que no estaba en su lugar durante la competición. Este comentario provocó una reacción violenta, llevando a Karmelo a utilizar un cuchillo que, según se ha informado, terminó hiriendo a Austin en el corazón.

La llegada del hermano gemelo de la víctima fue crucial, pues fue testigo del brutal ataque. A pesar de sus esfuerzos por detener la hemorragia con sus propias manos, lamentablemente, no pudo salvar a su hermano, quien murió en el lugar de los hechos.

Autoridades de la policía de Frisco expresaron su profundo pesar ante esta tragedia. "Lamentamos profundamente esta pérdida devastadora y extendemos nuestras más sinceras condolencias a la familia, amigos y compañeros de la víctima, quienes están atravesando un momento de dolor inimaginable", declaró la policía en sus redes sociales.

El distrito escolar de Frisco se ha comprometido a brindar apoyo emocional y psicológico a los afectados por este suceso impactante. Este trágico evento no solo ha dejado una profunda huella en las familias de los involucrados, sino que también ha planteado preguntas sobre la violencia en el deporte y la necesidad urgente de fomentar la resolución pacífica de conflictos entre los jóvenes.

El deporte, que debería ser un espacio de camaradería y respeto, se ha visto ensombrecido por esta cruel realidad, recordándonos que la violencia nunca es la respuesta.