Tesla ha dado un giro sorprendente en la búsqueda de combustibles alternativos, y esta vez ha decidido no optar por el hidrógeno. En lugar de eso, el aire podría convertirse en el combustible del futuro. La urgente necesidad de descarbonizar el transporte está en marcha, y la humanidad está dando un paso decisivo hacia un mundo libre de combustibles fósiles que contaminan nuestro planeta. Las investigaciones actuales están señalando nuevos caminos hacia la sostenibilidad automotriz, siendo el metanol verde una de las opciones más prometedoras.

La producción de metanol verde, que es producido de manera sostenible y sin contaminantes, se está convirtiendo en un pilar fundamental en la transición hacia el hidrógeno verde y otros combustibles alternativos. Este proceso se lleva a cabo a través de la electrólisis, donde la electricidad proveniente de fuentes renovables descompone el agua para liberar hidrógeno, el cual se puede usar para combinarse con CO2 capturado, generando así e-metanol. Este metanol puede ser una alternativa líquida con bajo contenido de carbono, diversificando las opciones de energías limpias disponibles.

Un avance notable proviene de Lindau, Alemania, donde Obrist Group está transformando el aire en un combustible verde. La visión de su director de tecnología, Johannes Brock, es clara: el dióxido de carbono no debe ser visto solo como un residuo, sino como un recurso valioso. Esta compañía austriaca cuenta con más de 20 años de experiencia en propulsión de vehículos y se está especializando en la producción de metanol verde, el cual promete ser clave en distintas industrias.

La tecnología innovadora de captura directa de aire (DAC) permite filtrar el CO2 de la atmósfera y transformarlo en productos útiles. Aunque esta tecnología se ha estado desarrollando durante más de una década, su implementación a gran escala ha sido un desafío. Brock explica que, aunque la tecnología funciona a pequeña escala, el gran reto sigue siendo construir instalaciones que mantengan la eficiencia del proceso.

Los científicos de Obrist Group han comenzado pruebas utilizando Tesla modificados como híbridos que combinan una batería eléctrica de menor tamaño con un motor de metanol. Según Frank Obrist, CEO y fundador de Obrist Group, esto no solo reduce el costo de fabricación a la mitad, sino que también genera un vehículo más ligero y eficiente en comparación con los modelos eléctricos tradicionales que requieren baterías grandes y costosas.

El Tesla Model Y ha sido transformado en un prototipo híbrido denominado “Hyperhybrid”, que fue presentado en la feria de movilidad IAA en Múnich. Este modelo híbrido incorpora un motor de combustión de pequeña cilindrada, logrando resultados sorprendentes en términos de eficiencia. Los primeros ensayos han mostrado un consumo promedio de solo 3,3 litros cada 100 km, con emisiones de CO2 que sorprendentemente son negativas, contribuyendo además a limpiar el aire a lo largo de su ciclo de vida.

La revolución en la movilidad está aquí, y Tesla con su innovador enfoque podría ser el protagonista del cambio hacia un futuro más limpio y sostenible. ¿Estás listo para ver a los vehículos del mañana en acción?