Un equipo de científicos ha realizado un descubrimiento asombroso: encontraron "varillas y filamentos de materia orgánica consistentes con la vida microbiana" en una muestra recogida del asteroide Ryugu en el año 2020.

En un contexto cada vez más alarmante sobre los posibles impactos de asteroides en la Tierra, la investigación de estos cuerpos celestes se vuelve crucial. Recientemente, un asteroide con forma de cacahuate se está acercando a nosotros y un asteroide apodado 'dios del caos' pasará tan cerca que la gravedad de nuestro planeta podría modificar su trayectoria. Por ello, es vital entender la composición de estos asteroides.

El estudio, liderado por Matthew J. Genge y publicado en la revista Wiley Online Library, revela que los restos de Ryugu, recolectados por la misión Hayabusa2, tenían más que solo polvo cósmico. Este equipo, que lanzó la misión en 2014, aterrizó en el asteroide en 2018 y regresó a la Tierra con muestras selladas herméticamente en 2020. Tras un cuidadoso análisis en condiciones controladas, los investigadores encontraron filamentos orgánicos que podrían indicar signos de vida.

El análisis microscópico mostró que la distribución de tamaño de las estructuras descubiertas se asemeja a las depositadas por la vida en nuestro planeta, sugiriendo un crecimiento y declive en un lapso de aproximadamente cinco días. Sin embargo, los científicos advierten que el hallazgo podría deberse a la contaminación de la muestra antes de su llegada a la Tierra. Si estas muestras realmente hubieran tenido evolución independiente, su genética y crecimiento idealmente no coincidirían con nuestra microbiología conocida.

Este fascinante estudio subraya dos puntos importantes: primero, que los métodos de esterilización utilizados para manejar muestras extraterrestres pueden no ser suficientes, y segundo, que hay materiales orgánicos en los asteroides que podrían sostener vida terrestre o presentar condiciones similares en otros lugares del universo.

Este hallazgo abre nuevas avenidas en la búsqueda de vida más allá de nuestro planeta, impulsando así la exploración espacial y nuestras teorías sobre la vida en el universo. Queda la duda de cuántos otros secretos esconde el vasto espacio y cómo podrían redefinir nuestra comprensión de la vida misma.