
¡Increíble récord en medicina reproductiva! La historia de la bebé nacida de un embrión congelado por 27 años
2025-03-22
Autor: Joaquín
La llegada de Molly Everette Gibson, nacida en octubre de 2022, ha marcado un hito sin precedentes en la ciencia de la reproducción asistida. Además de traer inmensa alegría a su familia, Molly rompió un récord mundial: es el primer bebé que nació de un embrión congelado durante 27 años, un hecho que ha dejado boquiabiertos tanto a expertos en fertilidad como a la sociedad en general.
El embrión que dio origen a Molly fue congelado en octubre de 1992, justo cuando su madre, Tina Gibson, apenas un año después, nació en abril de 1991. La conservación del embrión se llevó a cabo en el Centro Nacional de Donación de Embriones (NEDC) en Knoxville, Tennessee. Esta organización cristiana sin fines de lucro facilita la adopción de embriones congelados por parejas que enfrentan dificultades para concebir. Tina, al hablar sobre la historia de su hija, comentó al New York Post: “Es difícil asimilarlo. Es como si mi hija tuviera 27 años y no apenas cinco semanas”. Molly nació solo cinco semanas después de su hermana mayor, Emma, quien también fue concebida a partir de un embrión congelado, aunque este solo estuvo congelado durante 24 años.
La pequeña superó el récord que había establecido su hermana Emma, quien llegó al mundo en noviembre de 2017. Ambas niñas son genéticamente idénticas, ya que fueron concebidas a partir de embriones que fueron congelados al mismo tiempo en 1992. Tina y su esposo, Benjamin Gibson, enfrentaron más de 10 años de matrimonio lidiando con la infertilidad antes de decidirse a adoptar embriones. Tina recuerda haber pensado: “Eso parece una locura. No, gracias, no nos interesa”, pero después de aprender más sobre el proceso, la pareja optó por este camino, y así comenzó su viaje hacia la maternidad.
Desde un punto de vista científico, el récord de Molly destaca el significativo progreso en las técnicas de congelación de embriones. En sus inicios, los embriones eran congelados usando un proceso de congelación lenta, el cual no era tan efectivo. Sin embargo, con la evolución de las técnicas, particularmente la vitrificación (un método de congelación rápida), los embriones pueden ser preservados durante largos periodos, manteniendo su viabilidad y capacidad para generar un embarazo exitoso. La doctora Carol Sommerfelt, directora del laboratorio de NEDC, explica: “Siempre que los embriones se mantengan en un tanque de almacenamiento de nitrógeno líquido a menos de 201 grados Celsius, creemos que pueden sobrevivir indefinidamente.”
El camino de los Gibson hacia la paternidad no fue fácil. Después de cinco años tratando de tener hijos biológicos, decidieron investigar más sobre la adopción de embriones tras ver un reportaje sobre el NEDC. Tina se sincera: “No éramos exigentes. Solo queríamos un bebé”. Sorprendentemente, la familia no supo que su hija Emma provino de un embrión congelado durante 24 años hasta el día de su transferencia. “Le pregunté al especialista, el Dr. Jeffrey Keenan: ‘¿Qué significa eso?’. Y él respondió: ‘Bueno, podría ser un récord mundial’”, relató Tina.
La adopción de embriones congelados lleva consigo un trasfondo más profundo desde el punto de vista religioso y ético del NEDC. Esta organización fomenta la donación de embriones entre parejas casadas y considera la concepción, desde el momento de la fertilización, como un acto divino. Esta visión influye en el proceso de adopción, donde los embriones son ofrecidos a parejas que pueden no tener otras opciones para concebir. Según el Dr. Jeffrey Keenan, del NEDC: “Si el embrión sobrevive bien a la descongelación, debería tener las mismas posibilidades que un embrión recién creado.”
Este asombroso proceso de congelación y descongelación de embriones ha sido objeto de extensos estudios científicos, que concluyen que, si se maneja adecuadamente, los embriones congelados pueden mantener su viabilidad durante años. Sin duda, la historia de Molly y Emma nos muestra que la ciencia sigue abriendo puertas a nuevas posibilidades en la medicina reproductiva y la creación de familias.