La ciencia evoluciona a un ritmo vertiginoso, trayendo consigo innovaciones que antaño parecían sacadas de una novela de ciencia ficción. Desde la llegada de la inteligencia artificial hasta avances técnicos que transforman el día a día de millones, el presente está lleno de logros que antes solo se soñaban.

Uno de los visionarios más notables de la época fue Archibald Montgomery Low, nacido en 1888 y conocido como el "padre de los sistemas guía por radio". Su trabajo en los años 20 del siglo pasado incluyó una obra monumental titulada 'El Futuro' (1925), en la que hizo predicciones sobre cómo sería la vida en 2025. Lo increíble es que muchas de esas predicciones se han materializado de forma impresionante.

Entre sus impactos más destacados, Low imaginó los despertadores que se conectarían a la radio, así como transmisiones en vivo a través de la televisión, un concepto inimaginable en aquel entonces. Él vaticinó que los canales de televisión sustituirían a los periódicos como fuente principal de información y entretenimiento, algo que hoy vemos más que nunca con la predominancia de las plataformas de streaming.

Low también predijo la llegada de teléfonos móviles, que ahora son extensiones de nuestras propias manos y accesorios esenciales en la vida moderna. En un giro interesante, su visión se extendió a la innovación de las escaleras mecánicas, que facilitan el desplazamiento diario en centros comerciales y estaciones de transporte.

Aún más fascinante fue su visión sobre la energía. Anticipando la creciente necesidad de soluciones sostenibles, Low vaticinó el advenimiento de sistemas de energías renovables. Hoy, vemos un mundo en transformación con vastos parques eólicos y paneles solares en casi todas partes, poniendo de manifiesto la relevancia de sus visiones en la actualidad.

La precisión de sus predicciones no solo destaca su genialidad, sino que también invita a reflexionar sobre hasta dónde podremos llegar en el futuro. ¿Qué otras innovaciones y descubrimientos nos esperan en los próximos cien años? La ciencia y la imaginación son las llaves que podrían abrir nuevas fronteras inimaginables.