Una tortuga gigante de las Islas Galápagos, conocida como Chelonoidis niger porteri, se ha convertido en madre primeriza a la asombrosa edad de 100 años. Cuatro de sus huevos han eclosionado, dando vida a crías que se estima son hembras, en un momento crucial para su especie, que se encuentra en grave peligro de extinción.

La tortuga, apodada Mommy, ha sido cuidada en el Zoológico de Filadelfia desde 1932, y ahora ostenta el título de la madre más longeva de su especie. Con Mommy y Abrazzo, el orgulloso padre de las crías, el zoológico celebra estos nacimientos como un acto de esperanza para la conservación de la especie.

Mommy es considerada una de las tortugas de Galápagos de mayor valor genético, lo que la convierte en un tesoro invaluable para la conservación. Actualmente, las crías están en la Casa de Reptiles y Anfibios del zoológico, recibiendo los mejores cuidados. Además, aún hay varios huevos de Mommy que podrían eclosionar en las próximas semanas, lo que ofrece la posibilidad de que la familia se amplíe.

El zoológico ha programado que las crías sean presentadas al público el próximo 23 de abril, coincidiendo con el aniversario de la llegada de Mommy al recinto. Esto no solo será una celebración para los amantes de la naturaleza, sino también un recordatorio de la importancia de los esfuerzos de conservación.

Es crítico mencionar que, en el caso de las especies en peligro, los zoológicos frecuentemente envían ejemplares a otros centros para asegurar la continuidad de la reproducción en un esfuerzo por evitar su extinción. En el caso de las tortugas de Galápagos, se estima que quedan menos de 50 individuos en toda América, y son las más grandes de su especie. Los machos pueden alcanzar hasta 227 kilos, mientras que las hembras promedian 113 kilos.

La Dra. Jo-Elle Mogerman, presidenta y directora ejecutiva del Zoológico de Filadelfia, expresó su visión optimista: “Esperamos que estas crías contribuyan a crear una población próspera de tortugas de Galápagos en nuestro planeta dentro de 100 años”. Este hito no solo representa una victoria para la especie, sino una beacon de esperanza en los esfuerzos globales de conservación. ¡La lucha por la existencia de esta especie continúa!