Las tasas de infección de gripe, COVID y virus respiratorio sincitial (VRS) han mostrado una notable disminución en comparación con el año anterior, 2023. Esto se debe a varios factores, como el aumento en las tasas de vacunación, la implementación de medidas de salud pública más efectivas y un cambio en el comportamiento de la población hacia prácticas más seguras.

La gripe, que históricamente ha causado brotes significativos en invierno, ha visto una reducción en su incidencia, lo que ha aliviado la presión sobre los sistemas de salud. Por otro lado, el COVID-19 sigue siendo monitoreado de cerca, pero las nuevas variantes parecen ser menos dañinas y los tratamientos han mejorado considerablemente.

En cuanto al VRS, que afecta principalmente a los niños pequeños y a los ancianos, la situación también ha mejorado, impulsada por la concienciación sobre la importancia de la higiene y de evitar el contacto cercano durante los picos de contagio.

Con esta tendencia positiva, los expertos hacen un llamado a continuar con las medidas preventivas, como la vacunación anual contra la gripe y el uso de mascarillas en espacios cerrados durante la temporada invernal, para asegurar que estas tasas de infección se mantengan bajas.

A medida que se acercan los meses más fríos, es fundamental que la población esté informada y preparada. ¡No bajes la guardia! La salud es lo primero.