¡Increíble! La extraña vida de dos artistas atados por una cuerda durante un año
2024-11-07
Autor: Lucas
La vida de los artistas está llena de desafíos extraordinarios y, a menudo, de experiencias que desafían la lógica. Un caso notable es el de Linda Montano y Tehching Hsieh, dos creadores que decidieron llevar sus límites al extremo en la Nueva York de los años 80.
A pesar de no ser pareja ni tener una amistad estrecha, Montano y Hsieh compartían un deseo común de encontrar un propósito más profundo en sus vidas. Lo que comenzó como una charla en la escena artística menos convencional de Manhattan se convirtió en un proyecto que capturó la atención de muchos.
Linda Montano, conocida por su inclinación hacia la espiritualidad y su formación como artista conceptual, y Tehching Hsieh, quien llegó a los Estados Unidos como inmigrante ilegal desde Taiwán, decidieron embarcarse en una experiencia única. Su meta era mantener una conexión íntima pero restrictiva: estar atados por una cuerda de dos metros por un año, sin la posibilidad de tocarse ni separarse.
Tras dos semanas de reflexión, Linda finalmente aceptó el desafío. Ambos firmaron un contrato que estipulaba: “Nosotros, Linda Montano y Tehching Hsieh, planeamos realizar una actuación de un año. Permaneceremos juntos durante un año y nunca estaremos solos, atados por la cintura con una cuerda de 2 metros.”
El proyecto, que comenzó el 4 de julio de 1983 y finalizó el mismo día en 1984, les llevó a vivir en un pequeño apartamento en el Bronx. Dormían en camas separadas y compartían un baño, enfrentándose a retos físicos y emocionales a diario.
A lo largo del año, su comunicación evolucionó, desde largas conversaciones hasta gruñidos incomprensibles y tirones de cuerda. Hsieh expresó, “Quería hacer una obra sobre la relación entre los seres humanos y su lucha con los demás. Al estar juntos, nos convertimos en la jaula del otro.”
Linda, por su parte, reveló que la conexión real surgió cuando quedaban 80 días para que el experimento llegara a su fin. “Es mi amigo, confidente, amante, hermano, oponente y padre; absurdamente, es todo para mí,” comentó. Este complejo lazo evidenció la profundidad de su convivencia y los conflictos que surgieron, describiendo incluso cómo la fricción era natural y podría considerarse parte de la experiencia.
Para formalizar su separación, ambos acudieron a un notario público, marcando el final de un capítulo fascinante en la historia del arte contemporáneo. Con el paso de los años, Hsieh adquirió la ciudadanía estadounidense en 1988 y, hoy con 73 años, sigue activo en la escena artística neoyorquina, mientras que Linda, ahora de 82 años, aunque retirándose del arte, conserva su taller en Brooklyn.
Este experimento radical plantea interrogantes sobre la naturaleza de las relaciones humanas y los límites del sacrificio por el arte. ¿Qué estarías dispuesto a hacer para explorar las conexiones con los demás? La historia de Montano y Hsieh es un recordatorio poderoso de que a veces, el arte se encuentra en los lugares más inesperados.