Ciencia

¡Increíble! El geólogo que pasó 63 días bajo tierra y reveló un secreto del tiempo

2025-04-18

Autor: Benjamín

Una Pasión Desmedida por la Geología

Las pasiones a menudo llevan a las personas a realizar actos insólitos, y la historia de Michel Siffre es un brillante ejemplo. A sus apenas 23 años, este apasionado geólogo decidió pasar 63 días en soledad en una cueva en los Alpes franceses para llevar a cabo un audaz experimento sobre la cronobiología. Lo que descubrió durante este tiempo cambiaría radicalmente nuestra comprensión del paso del tiempo.

Una Expedición que Superó Todas las Expectativas

En una entrevista reveladora con Cabinet Magazine en 2008, Siffre explica su motivación: "En 1961, encontramos un glaciar subterráneo a unos setenta kilómetros de Niza. Mi plan inicial era una expedición de quince días, pero luego me di cuenta de que eso no sería suficiente".

Un Viaje Sin Tiempo

El 16 de junio de 1962, Siffre se sumergió en la cueva, saliendo solo el 17 de septiembre. Su estancia prolongada lo llevó a un descubrimiento sorprendente sobre la percepción del tiempo humano. "Decidí vivir como un animal, sin reloj ni claridad sobre la hora. Así nació la idea que definiría mi vida", reflexionó.

Un Protocolo Innovador

Para su innovador experimento, Siffre desarrolló un protocolo único: colocó un equipo en la entrada de la cueva que lo despertaría y alimentaría en horarios predefinidos. Ellos no podían decirle la hora, lo que creaba un entorno donde él estaba completamente desconectado del tiempo exterior. Sin saberlo, había establecido las bases de la cronobiología humana.

Un Descubrimiento Revelador

Su experimento proporcionó evidencias de que los humanos, al igual que otros mamíferos, poseen un reloj biológico interno. "Mi investigación demostró que estamos más conectados al tiempo de lo que pensamos", afirmó. Además, Siffre compartió que trabajaba en un campamento pequeño y abarrotado, ocupando su tiempo en lecturas, escritura e investigación.

Resultados Impactantes

Cada vez que emergía a la superficie, se sometía a dos pruebas: pulso y una prueba psicológica donde contaba hasta 120 a un ritmo de un número por segundo. El resultado fue sorprendente: tardó cinco minutos en completar la tarea. Estos hallazgos no solo revelaron aspectos fascinantes sobre la biología humana, sino que también nos dejaron con preguntas sobre nuestra propia relación con el tiempo.

Un Legado que Persiste

La expedición de Siffre no solo transformó la cronobiología, sino que también nos invita a reflexionar sobre cómo percibimos y vivimos el tiempo en un mundo lleno de distracciones. Su historia es un recordatorio de que, a veces, alejarse del mundo puede llevarnos a descubrir verdades asombrosas sobre nosotros mismos.