Esta semana, Don Carter, un conocido comediante chileno, reveló una anécdota impactante durante su aparición en el programa web Sin Editar, conducido por la carismática Pamela Díaz. A sus 75 años, Don Carter no solo compartió historias sobre su vida personal, sino también sobre los giros y vueltas de su carrera en el mundo del entretenimiento.

La conversación se tornó intensa cuando Pamela le preguntó si alguna vez había sido censurado por sus chistes subidos de tono. Con sorpresa, Don Carter respondió que, hasta donde sabía, nunca había enfrentado censura en televisión. Sin embargo, el verdadero giro en la historia vino cuando habló sobre un chiste específico que le había sido solicitado para la película Argentino QL, dirigida por Jorge Alis.

"Me llamaron y el director dijo ‘Don Carter, necesitamos un chiste de lo más fuerte posible’", recordó con un tono nostálgico. El comediante se preparó y envió su mejor material, solo para descubrir que su parte había sido totalmente eliminada en el estreno. "Era más ordinario", expresó con decepción.

Cuando Pamela indagó sobre el contenido del chiste, Don Carter se mostró reacio a compartirlo, explicando que en la actualidad las reacciones pueden ser extremas. "No puedo contarlo aquí, porque ahora en este tiempo me matan. Es misógino", comentó, subrayando el cambio en la percepción pública del humor.

Esta reflexión es clave para entender cómo ha evolucionado la comedia en los últimos años. Cada vez más, los comediantes se ven obligados a reconsiderar las implicaciones de sus palabras. Don Carter admitió que muchos chistes que solía contar han quedado obsoletos, señalando que a menudo son considerados 're maric...' u ofensivos. Esta evolución cultural ha llevado a muchos, como él, a repensar su material para adaptarse a un público más consciente y sensible.

A medida que el debate sobre la libertad de expresión versus la responsabilidad social sigue en auge, la historia de Don Carter resuena como un llamado a la reflexión: ¿Hasta dónde podemos llegar en nombre de la comedia sin cruzar la línea del respeto? Sin duda, el humor sigue siendo un terreno complicado pero fascinante, y los comediantes deben navegar con cuidado en esta nueva era.