El primer ministro de Ucrania, Denis Shmigal, anunció este lunes que Estados Unidos ha entregado 15.000 millones de dólares (alrededor de 14.300 millones de euros) provenientes de beneficios de activos rusos congelados.

Esta entrega forma parte de un acuerdo más amplio discutido en la cumbre del G7, donde se estableció un compromiso total de 50.000 millones de dólares (aproximadamente 47.800 millones de euros) para apoyar a Ucrania en su lucha contra la agresión rusa. La financiación se destinará, según explicó Shmigal, a gastos sociales y humanitarios, priorizando las necesidades más urgentes del pueblo ucraniano.

“Estamos profundamente agradecidos a Estados Unidos y al Banco Mundial por implementar y respaldar esta iniciativa que asegura que Rusia asuma las responsabilidades de su agresión hacia Ucrania”, afirmó Shmigal.

Es interesante notar que el G7 ya había acordado en junio un préstamo a Ucrania por valor de 50.000 millones de dólares, que sería financiado principalmente con los activos rusos congelados, de los cuales una significativa parte se encuentra en Europa. Recientemente, en octubre, la Unión Europea también dio luz verde a una sustancial ayuda de hasta 35.000 millones de euros.

En medio de estos esfuerzos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también anunció este lunes la asignación de otros 2.500 millones de dólares (cerca de 2.400 millones de euros) destinados a fortalecer la defensa de Ucrania y mejorar la capacidad de sus Fuerzas Armadas.

“Desde el inicio del renovado ataque de Rusia en febrero de 2022, he trabajado para movilizar al mundo y garantizar que el pueblo ucraniano reciba el apoyo necesario para prevalecer en este conflicto” señaló Biden en un comunicado emitido por la Casa Blanca.

Es fundamental recordar que la situación en Ucrania sigue siendo crítica, y este tipo de ayuda internacional es vital para garantizar la estabilidad de la región y la protección de su soberanía.