Elon Musk, el empresario más reconocido del mundo, ha tenido una semana para olvidar. Conocido por su carácter visionario y controvertido, el magnate sudafricano enfrenta una caída estrepitosa en su fortuna y en el valor de su empresa Tesla.

Ayer marcó un momento oscuro en la carrera de Musk, ya que las acciones de Tesla se desplomaron un 15%, estableciéndose en un alarmante precio de US$ 222 por acción. Esto ha llevado a una pérdida de más de 700,000 millones de dólares desde su máximo histórico de 1.5 billones de dólares alcanzado en diciembre. Esta caída de capitalización de mercado destaca no solo la inestabilidad de Tesla, sino también el entorno económico incierto en el que opera, influido por las políticas del expresidente Donald Trump.

Las ventas de Tesla han sufrido un golpe devastador, especialmente en mercados clave como Europa y China, donde en enero de 2025 se reportó una caída del 45% en las ventas en general. Alemania, el principal mercado europeo para la marca, ha visto descensos aún más pronunciados, alcanzando el 76%. En China, las entregas de febrero de 2025 mostraron una baja alarmante del 49% en comparación con el año anterior, lo que sugiere que la competencia, sobre todo de marcas chinas como BYD, está intensificándose drásticamente. Estas firmas ofrecen tecnología de vanguardia a precios más accesibles, lo que ha puesto a Tesla bajo una presión competitiva sin precedentes.

A medida que el panorama se vuelve más oscuro, muchos se cuestionan el futuro de Tesla, especialmente tras el giro político de Musk, quien ha respaldado a Trump y a varios partidos de extrema derecha en Europa. Esta estrategia ha resultado en actos de vandalismo contra vehículos Tesla, provocando una percepción negativa de la marca entre algunos consumidores.

Pese a que Musk ha revelado planes ambiciosos, como el lanzamiento de su Robotaxi y el avance en su tecnología de conducción autónoma, los inversores parecen escépticos sobre la capacidad de Tesla para cumplir con sus promesas a corto plazo. Su fortuna se ha desvanecido, cayendo drasticamente en casi 140,000 millones de dólares, dejando a Musk con una fortuna de 324,600 millones.

Curiosamente, Trump ha salido en defensa de Musk, prometiendo comprar un Tesla y elogiando su trabajo, a pesar de las turbulencias. En un post en Truth Social, Trump expresó: “Voy a comprar un Tesla nuevo mañana para mostrar mi apoyo a Elon Musk, un verdadero héroe estadounidense”. Sin embargo, estas declaraciones permanecen como un consuelo superficial en medio de la tormenta que enfrenta la compañía.

Por si fuera poco, Musk también lidió con problemas en X (antes Twitter), que sufrió interrupciones atribuídas a un supuesto “ciberataque masivo”. Aunque Musk sugirió que el ataque se originó en Ucrania, no proporcionó pruebas contundentes. Durante las interrupciones, miles de usuarios reportaron problemas para acceder a la plataforma, lo que generó una crisis adicional para el empresario. Con tantas adversidades, muchos se preguntan si esta es solo una tormenta pasajera o el inicio de un declive más serio para Musk y sus empresas.