Nuevos estudios científicos han llevado a la sorprendente conclusión de que "la Luna es vieja", ¡y en realidad es mucho más antigua de lo que se creía! La diferencia puede ser de hasta 180 millones de años.

Según los investigadores, nuestro satélite natural se formó como resultado de un colosal choque entre la Tierra y un protoplaneta conocido como Theia. Aunque antes se suponía que este impacto ocurrió hace unos 4.350 millones de años, las evidencias recientes apuntan a que la formación de la Luna pudo haber tenido lugar incluso antes, ¡sumergiéndonos en un pasado de 4.430 a 4.530 millones de años!

Un estudio reciente publicado en la prestigiosa revista Nature profundiza en cómo, con el tiempo, la influencia del Sol sobre la Luna se ha vuelto más significativa, ocasionando alteraciones en su órbita y provocando un fenómeno conocido como "calentamiento por marea".

El geólogo Francis Nimmo, de la Universidad de California, explicó que, a medida que la gravedad de la Tierra cambia, la Luna se comprimirá y se estirará, generando calor de manera similar a cómo se calienta una pelota de goma cuando se comprime y estira. Este proceso dinámico ha sido fundamental para entender mejor la historia geológica del satélite.

Los científicos continúan trabajando para desentrañar los misterios de la Luna y su impacto en la formación del sistema solar. ¡El asombroso viaje de la ciencia apenas comienza y promete revelaciones sorprendentes en el futuro! ¿Hasta dónde nos llevarán estos descubrimientos?