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¡Increíble! Cabras de una isla brasileña sobreviven casi 300 años sin agua dulce

2025-04-15

Autor: Sofía

Un misterio en la isla de Santa Bárbara

Un grupo de científicos brasileños está llevando a cabo una investigación fascinante sobre un rebaño de cabras que ha sobrevivido durante casi tres siglos en la isla de Santa Bárbara, en el noreste de Brasil, sin acceso a agua dulce. Estos animales, cuya procedencia es un misterio, han intrigado a expertos que buscan entender cómo han logrado subsistir rodeados exclusivamente de agua salada.

Un entorno hostil pero resistente

La isla, de solo 1,500 metros de largo y 300 de ancho, forma parte del archipiélago de Abrolhos. Hasta este año, había 27 cabras en esta diminuta porción de tierra, que en el pasado llegó a albergar hasta 200. Ahora, un equipo liderado por el profesor Ronaldo Vasconcelos, de la Universidad Estatal del Sudoeste de Bahía, estudia estas cabras tras un complicado proceso de captura y traslado que involucró a la Marina y otras entidades.

¿De dónde vienen estas cabras?

Registros históricos indican que estos animales han estado en la isla durante más de 250 años, pero su llegada es un enigma. Una de las teorías sugiere que los colonizadores dejaban animales en islas deshabitadas como provisiones para sus travesías. Con base en esto, podrían ser oriundas de Portugal o Inglaterra, y un análisis de ADN está en marcha para esclarecer su origen.

Adaptaciones sorprendentes

Lo más asombroso es su capacidad de sobrevivir en condiciones extremas. Vasconcelos plantea que las cabras podrían haber desarrollado la habilidad de beber agua del mar, aunque nunca las ha visto hacerlo. Sin embargo, han mostrado interés en una planta local llamada ‘beldroega’ que contiene un alto porcentaje de agua, lo que podría haber sido clave para su supervivencia.

Un impacto ambiental complejo

La presencia de estas cabras ha causado serios problemas en la isla. Su alimentación y reproducción representan una amenaza para el ecosistema local, erosionando el suelo y afectando a las aves marinas que anidan allí. Por ello, el Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad llevaba tiempo pidiendo su traslado.

Una historia de éxito en el rescate

Finalmente, en 2024 se llevó a cabo la operación de traslado, capturando a las cabras en tres etapas. La última fue bautizada como María. Jessyca Teixeira, investigadora encargada del rescate, destacó la importancia de este proyecto, ya que suele resultar en el sacrificio de los animales en situaciones similares.

¿Una nueva raza en camino?

El ingenio de estas cabras podría ser el símbolo de una nueva especie adaptada a climas áridos. Teixeira sugiere que podrían representarse como una nueva raza llamada ‘Raza Abrolhos’. La investigación continúa y podría abrir nuevas puertas para la adaptación animal a los retos que presenta el cambio climático.