Después de siglos de especulaciones y relatos históricos, arqueólogos peruanos han confirmado la existencia de un extenso sistema de túneles bajo la antigua capital inca, Cusco. ¡Esto podría cambiarlo todo sobre lo que sabemos de la civilización inca!

Conocida como Chincana, esta red de túneles se extendería aproximadamente 1,750 metros, comenzando en el famoso Templo del Sol (Coricancha) y llegando hasta la monumental fortaleza de Sacsayhuamán. Los investigadores Jorge Calero Flores y Mildred Fernández Palomino anunciaron su hallazgo en una reciente conferencia de prensa, desatando una ola de entusiasmo en la comunidad arqueológica y entre los entusiastas de la historia.

Además de la ruta principal, el sistema incluiría tres ramificaciones adicionales: una hacia Muyucmarca en Sacsayhuamán, otra hasta Callispuquio y una tercera que se podría conectar detrás de la iglesia de San Cristóbal. ¿Te imaginas el misterio y la historia que estas conexiones podrían revelar?

El laberinto inca ha sido un mito y un tema de investigación durante décadas. Para confirmar su existencia, el equipo de investigación adoptó un enfoque metódico dividido en tres fases. Primero, estudiaron textos históricos del siglo XVI al XVIII, donde se documentaban pasajes subterráneos que alimentaron la imaginación de muchos desde la época colonial.

Un testimonio particularmente revelador es el de un jesuita anónimo de 1594, quien describía un pasadizo que “baja de lo alto por lo bajo del cerro”, insinuando que este túnel principal recorría el área bajo las casas del obispo y todo el camino hasta Sacsayhuamán. Este texto es clave en el rompecabezas arqueológico que se presenta ante nosotros.

La segunda fase del estudio fue aún más fascinante: los arqueólogos llevaron a cabo una prospección acústica, golpeando el suelo cada 50 centímetros para identificar áreas de resonancia que indicasen la presencia de espacios huecos. Finalmente, utilizaron tecnología de radar de penetración en el suelo para trazar un mapa preciso del sistema.

Los túneles poseen dimensiones impresionantes, con anchos que van de 1 a 2.60 metros y alturas de hasta 1.60 metros. Los arqueólogos creen que los incas construyeron Chincana excavando zanjas y reforzándolas con muros de piedra y vigas de techo altamente elaboradas. Esto indica no solo un notable ingenio arquitectónico, sino también el potencial uso de estos pasajes en ceremonias, como rutas de evacuación, o incluso para el transporte de bienes.

Los hallazgos apuntan a un diseño específico: los incas solían crear estos túneles bajo los caminos existentes, una teoría que fue propugnada por el Dr. Manuel J. Chávez Ballón, conocido como el 'Padre de la Arqueología Cusqueña'. Esto hace que el hallazgo sea aún más excitante para arqueólogos y académicos.

Pese al entusiasmo general por este descubrimiento, algunos expertos piden más pruebas antes de cerrar el capítulo de este antiguo misterio. Mildred Fernández Palomino y su equipo están en conversaciones para empezar excavaciones en los próximos meses, posiblemente en marzo o abril, después de recibir los permisos del Ministerio de Cultura.

El proyecto cuenta con el respaldo de la Asociación Consejo de la Nación Inka, que está compuesta por descendientes de incas, y de la Asociación de Comunidades Indígenas del Parque Arqueológico de Sacsayhuamán (UCINPAS). La noticia ha llegado hasta el Congreso de la República, que destaca la importancia del hallazgo para la herencia cultural del Perú.

Este descubrimiento no solo promete revelar más sobre la civilización inca, sino que también genera un renovado interés en el patrimonio cultural del país. ¿Qué más secretos esconde la Chincana? La espera por la excavación está sembrada de expectación.