
¡Impactantes Revelaciones! El medallista olímpico Kenny Bednarek habla sobre la dura infancia que superó
2025-04-04
Autor: Valentina
Kenny Bednarek, reconocido en los últimos años como una figura destacada del atletismo mundial, ha sorprendido a todos tras su victoria en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde se llevó una inesperada medalla de plata en los 200 metros planos.
El día de la competencia fue particularmente emocionante ya que superó a su compatriota Noah Lyles, un rival histórico, quien terminó tercero y tuvo que abandonar la pista en silla de ruedas. La emoción del evento no se detuvo allí, ya que Bednarek, conocido por su apodo 'Kung Fu Kenny' debido a su estilo distintivo de correr, no ocultó su alegría al ver a su madre, Mary, en las gradas. "Ha sido mi mayor apoyo desde el primer día", afirmó el atleta, que fue adoptado por ella a una temprana edad y recibió un respaldo fundamental que le permitió dejar atrás una infancia marcada por el sufrimiento.
Un pasado lleno de abusos y dolor
En una reciente entrevista, Bednarek compartió detalles desgarradores de su infancia antes de ser adoptado. "Antes de ser adoptado, estaba en una situación peor, así que me sentí feliz de que alguien como ella me cuidara, me amara y me criara", confesó. Sin embargo, también recordó los momentos más oscuros que ha vivido. "Recuerdo tres cosas, pero no son buenos recuerdos", reveló.
Entre sus traumáticas memorias, mencionó un episodio impactante donde fue encerrado en un congelador como castigo. "No sé si fue mi mamá o papá, pero fue algo como: 'Te vamos a meter en el congelador un rato como castigo'". Además, recordó otra experiencia aterradora: "Me desperté en medio de la noche con la nariz sangrando. No fue nada grave, pero tampoco un buen recuerdo. También una vez jugábamos al fútbol dentro de la casa y uno de mis hermanos tuvo un accidente que lo llevó al hospital".
El deseo de reconectar con sus raíces
A pesar de sus difíciles recuerdos, ha encontrado fuerza en el apoyo de su madre adoptiva. Bednarek y su hermano Ian fueron abandonados por sus padres biológicos a la edad de solo 4 años y, tras pasar por varios hogares de acogida, finalmente encontraron el amor y la estabilidad que necesitaban con Mary. Pero el atleta no ha olvidado sus raíces y ha expresado su deseo de conocer a su familia biológica: "Definitivamente tengo esa curiosidad por saber cómo se ven. Cuando mi hermano y yo fuimos adoptados, no quedó nada que nos diera una pista, ni siquiera sé los nombres de mis padres".
Bednarek asegura que no desea establecer una relación, sino que simplemente quiere conocer más sobre su historia personal. "Es como una pieza faltante en un rompecabezas", concluyó.
La historia de Kenny Bednarek no solo es un ejemplo de superación personal y fuerza en el deporte, sino también un recordatorio del poder del amor familiar y la adopción, mostrando que, a pesar de un pasado doloroso, siempre hay una oportunidad para un futuro brillante.