En abril de 2020, la ciudad de Valdivia se vio conmocionada por la desaparición de una joven de 20 años, Helena Bustos Sánchez, cuyo paradero generó una intensa búsqueda que duró más de tres semanas.

La angustia de sus seres queridos llegó a su fin en mayo, cuando la Fiscalía de Los Ríos confirmó la trágica noticia: el cuerpo de Helena fue recuperado del río Calle Calle.

La Policía de Investigaciones (PDI) inmediatamente reveló escalofriantes detalles sobre el hallazgo; el cadáver presentaba múltiples puñaladas que, lamentablemente, eran atribuibles a terceras personas.

"Las condiciones en que se encontraba el cuerpo no eran las óptimas para que nuestro perito en huellas pudiera obtener las impresiones dactilares", explicó el comisario Rodrigo Morales.

Un crimen premeditado y por encargo

La investigación avanzó cuando una tía de la joven comenzó a desconfiar, insinuando que su sobrina jamás habría desaparecido sin avisar, dado su carácter cariñoso y comunicativo.

El 28 de mayo, una semana después de la confirmación de su asesinato, la fiscal Tatiana Esquivel anunció la detención de cuatro sospechosos implicados: dos hombres, identificados como los autores materiales, y dos mujeres, responsables de la planificación del crimen.

El Tribunal Oral en Lo Penal de Valdivia encontró culpables a los imputados por el homicidio calificado de Helena en enero de 2022.

Se comprobó que actuaron bajo un pago prometido, con premeditación, alevosía y ensañamiento. "La Fiscalía solicitó la máxima pena posible, el presidio perpetuo calificado", indicó Eric Aguayo, vocero de la fiscalía.

Se conoció que Cecilia Mimica Pino (69) y su hija Maggi Filgueira Mimica (52) habían contratado a los acusados Fernando Quevedo Gajardo (20) y Matías Pereira Troncoso (21) para perpetrar el crimen.

Mediante engaños, Helena fue llevada a un lugar aislado, donde la apuñalaron 21 veces antes de arrojar su cuerpo al río.

Motivos oscuros detrás del asesinato

La investigación reveló que Helena alquilaba una habitación a Cecilia y Maggi, quienes, tras una discusión, decidieron echarla.

Las acusadas estaban involucradas en actividades de tráfico de drogas, situación que complicó aún más las circunstancias del crimen.

Antes de ser arrestado, Matías, uno de los implicados, asistió al funeral de Helena e incluso mostró su "condolencia" a la madre de la víctima, dejando a todos boquiabiertos.

En redes sociales, publicó un emotivo mensaje despidiéndose de "su amiga", que fue interpretado como un intento de ocultar su culpabilidad.

"Es difícil decir adiós a alguien que es muy importante para mí; eras, eres y siempre serás mi mejor amiga", escribió en un conmovedor post que ahora es analizado por la policía.

La historia ha tomado un giro inesperado y aterrador, dejando a la comunidad con una serie de preguntas sobre los verdaderos motivos detrás de este crimen atroz y la naturaleza de las relaciones entre los involucrados.

Sin duda, el final de esta tragedia resuena en el corazón de Valdivia y dejará huellas profundas entre aquellos que conocieron a Helena.

¿Qué más revelará este oscuro caso? La atención ahora está centrada en el juicio que podría ser un parteaguas en la lucha contra la violencia y el crimen organizado en Chile.