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¡Impactante revelación sobre la demencia frontotemporal! La enfermedad que afecta a Edgardo ‘El Patón’ Bauza
2025-01-28
Autor: Benjamín
La demencia frontotemporal (DFT) es uno de los trastornos neurodegenerativos más difíciles de diagnosticar y tratar. Aunque se ha vuelto más conocida tras revelarse que el actor Bruce Willis la padece, la noticia de que Edgardo 'El Patón' Bauza, ex DT de la Selección Argentina y emblemático jugador de Rosario Central, también ha sido diagnosticado con esta enfermedad ha generado preocupación y discusión sobre sus implicaciones.
La DFT afecta principalmente los lóbulos frontal y temporal del cerebro, áreas cruciales vinculadas a la personalidad, la conducta y el lenguaje. A pesar de ser menos conocida que otras formas de demencia, como el Alzheimer, la DFT representa entre el 10% y el 20% de los casos de demencia y generalmente se diagnostica entre los 40 y 65 años, lo que pone de relieve su insidiosa capacidad de afectar a personas relativamente jóvenes.
El neurólogo Alejandro Andersson, director del Instituto de Neurología Buenos Aires, explica que la demencia implica un deterioro de las funciones cognitivas, y señala que la DFT, ocasionada por alteraciones en la proteína tau, comienza con cambios conductuales y de personalidad. Estos cambios pueden manifestarse como desinhibición, apatía y pérdida de empatía, haciendo que los pacientes muestren conductas compulsivas, como comer en exceso.
Desde el punto de vista del lenguaje, los afectados pueden experimentar afasia, pérdida semántica y otros problemas comunicativos. Andersson subraya que si el neuroesqueleto de las neuronas se altera, las neuronas pueden morir, lo que resalta la gravedad de esta condición.
Ricardo Allegri, jefe de Neurología Cognitiva del Sanatorio Fleni, advierte que la DFT es de las demencias más subdiagnosticadas. Los síntomas iniciales, que no suelen incluir problemas de memoria, sino más bien cambios en el comportamiento y la personalidad, pueden llevar a confusiones con trastornos psiquiátricos como la depresión y los trastornos bipolares.
Esta complejidad en los síntomas hace que la identificación temprana de la enfermedad sea un desafío significativo. Los síntomas más comunes incluyen: - Cambios de conducta que pueden ir desde desinhibición hasta pérdida de empatía. - Dificultades lingüísticas manifestadas como problemas para encontrar palabras y afasia no fluente. - Trastornos del movimiento similares a los del Parkinson, aunque menos frecuentes.
Como señala Nahuel Magrath Guimet, presidente del área de Neuropsiquiatría de la APSA, muchos casos se confunden con condiciones psiquiátricas, lo que retrasan el diagnóstico adecuado.
No hay una prueba única que diagnostique la DFT. Según la Clínica Mayo, los médicos hacen uso de un conjunto de análisis clínicos que incluyen el historial médico, análisis de sangre y estudios por imágenes como la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones, que permiten detectar áreas de atrofia cerebral y alteraciones metabólicas.
Los tratamientos actuales son únicamente paliativos, centrados en mejorar la calidad de vida del paciente. Los antidepresivos y antipsicóticos pueden ayudar a manejar problemas de conducta, aunque deben ser administrados con precaución. Además, la terapia del habla se ha mostrado útil para ayudar a los pacientes a desarrollar estrategias de comunicación alternas, lo que puede suponer un cambio positivo en su interacción diaria.
Esta devastadora enfermedad no solo afecta al individuo, sino también a su entorno familiar y social, complicando el cuidado diario. Allegri destaca que los cambios de comportamiento pueden ser tan dramáticos que alteran significativamente la dinámica familiar. La DFT, aunque aún es un desafío médico y social, requiere una mayor conciencia e investigación para su comprensión y tratamiento. Con diagnósticos más tempranos y soporte familiar, se puede mitigar el impacto de esta condición en la vida de aquellos que la padecen y de sus seres queridos.