El reconocido preparador físico Marcelo Oyarzun ha compartido en exclusiva con Las Últimas Noticias los detalles detrás de su abrupta salida de Deportes Iquique, donde fue despedido el noviembre pasado a causa de una decisión del técnico Miguel Ramírez.

Oyarzun no ocultó su desazón al hablar sobre su despido: “Fui despedido de Iquique por decisión de Miguel Ramírez, me dijo que quería trabajar con otro preparador físico a partir de este año”, confesó, añadiendo que esta noticia le causó un profundo dolor, sobre todo porque tenía grandes expectativas de regresar a la Copa Libertadores. “Tengo un gran cariño por el club, pero no me sorprendí del todo, era algo que podría suceder”, admitió.

Sin embargo, el preparador físico también enfatizó que la relación profesional había comenzado a deteriorarse: “No hubo una situación específica, sino que pequeñas cosas fueron acumulándose”, explicó. “Así terminó una amistad de 34 años”, lamentó.

En un giro interesante, Oyarzun mencionó la rápida contratación de Osvaldo Alegría como su reemplazo. Alegría, quien venía del cuerpo técnico de Mario Salas en Universidad Católica, fue recibido con expectativas, aunque Oyarzun mostró curiosidad sobre la brevedad de su duración en el equipo de Ramírez: “Es un profesional muy apto, pero no sé por qué estuvo tan poco tiempo con Miguel”, comentó.

Este despido no solo marca un capítulo difícil en la vida profesional de Oyarzun, sino que también pone de relieve la delicada naturaleza de las relaciones en el deporte, donde las decisiones de un entrenador pueden afectar profundamente la dinámica del equipo y las amistades forjadas a lo largo de los años. Este caso ha generado un debate sobre la presión a la que están sujetos los entrenadores y el impacto de sus decisiones en la vida de sus colaboradores.