Esta mañana, en un sorprendente giro de los acontecimientos, se están llevando a cabo operativos en El Quisco, región de Valparaíso, relacionados con el audaz robo a la sucursal de Brinks en Rancagua, ocurrido el pasado 16 de agosto.

De acuerdo con la información proporcionada por Radio Bío Bío, el OS9 de Carabineros se encuentra en la escena, utilizando palas y pronto una retroexcavadora para desenterrar dos maletas repletas de dinero en efectivo, las cuales estaban enterradas en un domicilio y envueltas en plástico y cartón.

Este procedimiento se llevó a cabo tras una orden emitida por el Ministerio Público de O’Higgins, que se ha mostrado comprometido en esclarecer este escandaloso caso. Hasta el momento, se ha revelado que la suma total del botín robado supera la exorbitante cifra de 10 mil millones de pesos.

Las novedades no terminan aquí; según la misma Fiscalía, actualmente hay 28 imputados -incluyendo a cinco excarabineros- siendo investigados por delitos como robo con intimidad, asociación criminal, receptación de vehículos e incendios.

El robo en la sucursal de Brinks en Rancagua fue verdaderamente cinematográfico. Un grupo de delincuentes irrumpió en las instalaciones con la colaboración de algunos empleados, utilizando técnicas intimidatorias para someter al resto del personal.

Mientras tanto, en Rancagua, se registraron incidentes con vehículos incendiados en distintas localidades, lo que fue parte de un plan para desviar la atención de las fuerzas policiales, que respondieron rápidamente a alertas de emergencia.

Este asalto ha dejado a la comunidad en shock, y las autoridades se encuentran en la búsqueda de respuestas sobre cómo un plan tan elaborado pudo llevarse a cabo sin ser detenido a tiempo. La ola de violencia y criminalidad en la región ha encendido alarmas, impulsando un debate sobre la seguridad pública y la necesidad de reforzar las medidas contra el crimen organizado.