
¡Impactante! Los ricos envejecen más lentamente según un estudio revolucionario
2025-03-14
Autor: Santiago
Un reciente estudio ha revelado que las personas con condiciones socioeconómicas más favorables, tales como ingresos elevados y mayores niveles educativos, presentan un menor riesgo de enfermedades relacionadas con la edad y manifiestan menos signos de envejecimiento biológico en comparación con quienes carecen de esos beneficios económicos o educativos.
Este sorprendente hallazgo proviene de una investigación llevada a cabo por investigadores de la University College de Londres (Reino Unido) y fue publicada el pasado viernes en la prestigiosa revista 'Nature Medicine'. El estudio destaca cómo las desigualdades sociales tienen un impacto considerable en la salud y el bienestar de las personas a lo largo de su vida.
Los científicos encontraron que aquellos con más ventajas sociales presentan menos proteínas en sangre asociadas con el envejecimiento, particularmente aquellas relacionadas con la inflamación y la respuesta inmunológica. Mika Kivimaki, profesor de Ciencias del Cerebro en la mencionada institución, afirmó: "Este estudio proporciona una sólida evidencia biológica de que las condiciones sociales influyen en la velocidad del envejecimiento. Durante décadas, hemos sabido que la ventaja social está relacionada con una mejor salud, pero nuestros hallazgos sugieren que también podría ralentizar el propio proceso de envejecimiento".
La búsqueda de un envejecimiento saludable
El estudio plantea que el envejecimiento saludable debería ser un objetivo alcanzable para toda la sociedad, dado que ya es una realidad para las personas en mejores condiciones socioeconómicas. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron cuatro estudios longitudinales, lo que aporta un volumen significativo de datos: el estudio Whitehall II en el Reino Unido, el Biobanco del Reino Unido, el Estudio del Sector Público Finlandés y el estudio Atherosclerosis in Communities (ARIC) en Estados Unidos, abarcando más de 800.000 participantes.
Las ventajas sociales se midieron considerando factores desde la infancia, como la educación y la posición socioeconómica de los padres, así como indicadores en la edad adulta, como la privación en el vecindario, el estatus laboral y los ingresos familiares. A través de un análisis avanzado de proteínas en el plasma sanguíneo, se lograron identificar marcadores del envejecimiento, evidenciando que estos pueden anticipar enfermedades antes de su manifestación clínica.
Los resultados demostraron que las condiciones socioeconómicas influyen en el riesgo de 66 enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Las personas de bajo nivel socioeconómico presentaron un 20% más de riesgo de enfermedad en comparación con sus pares de alto nivel. Al cabo de 15 años, la cantidad de diagnósticos de enfermedades en personas de bajos recursos era similar a la de personas más ricas.
Desbalances alarmantes en la salud
El estudio reveló que en enfermedades específicas como la diabetes tipo 2, enfermedades hepáticas, enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón y accidentes cerebrovasculares, el riesgo era más del doble entre el grupo más desfavorecido en comparación con el grupo más privilegiado. Además, se identificaron 14 proteínas plasmáticas cuya presencia se veía alterada por las ventajas socioeconómicas, influyendo en las respuestas a la inflamación y el estrés celular. Se estima que hasta un 39% de la reducción del riesgo de enfermedad en las personas favorecidas puede estar relacionada con estas proteínas.
Tony Wyss-Coray, de la Universidad Stanford (Estados Unidos), subrayó que "el envejecimiento se refleja en la composición de las proteínas en la sangre, que incluye miles de proteínas circulantes vinculadas a procesos de envejecimiento biológico en diferentes sistemas orgánicos". Esto destaca la importancia de los biomarcadores como indicadores de salud que permiten evaluar cómo las desigualdades sociales pueden afectar el ritmo del envejecimiento.
Además, los investigadores encontraron que aquellos que lograrón ascender de niveles bajos de educación a ventajas sociales medias o altas en la vida adulta tenían concentraciones de proteínas más favorables que aquellos cuyas circunstancias no habían mejorado. Este descubrimiento abre un nuevo campo de estudio sobre cómo las mejoras sociales pueden transformar no solo la salud, sino también la longevidad de las personas.
El mensaje es claro: la mejora de las condiciones socioeconómicas no solo es necesaria por razones de justicia social, sino que también puede tener un impacto directo en la salud a largo plazo y el envejecimiento saludable.