Lady Gaga, la icónica cantante y actriz, finalmente ha revelado su perspectiva sobre los rumores que la vinculaban como un hombre en sus primeros años de carrera musical, un tema que resurgió cuando su fama estaba en ascenso.

A pesar de haber sido cuestionada sobre estos rumores en diversas entrevistas a lo largo de los años, siempre optó por mantener el silencio y se tomaba la situación con humor. En una entrevista memorable en 2011, dijo: “¿Por qué demonios voy a perder el tiempo dando un comunicado de prensa sobre si tengo o no pene? A mis fans no les importa y a mí tampoco.”

En una charla reciente con Bill Gates para su programa 'What’s Next? The Future with Bill Gates', Gaga compartió que nunca se sintió ofendida por las especulaciones. “Viajé de gira y para promocionar mis discos, y en casi todas las entrevistas que hacía, había imágenes en Internet que habían sido manipuladas. Me decían: ‘Hay rumores de que eres un hombre. ¿Qué tienes que decir al respecto?’”, recordó.

La artista destacó que la razón por la que no abordó el tema en su momento fue porque no se sintió víctima de esa falsedad. "Pensé: ‘¿Qué pasaría con un niño que está siendo acusado de eso y qué pensaría sobre una figura pública como yo sintiéndose avergonzada?’”, reveló.

Gaga también expresó su preocupación sobre cómo su reacción podría afectar a sus fans: “He estado en situaciones donde corregir un rumor no era lo mejor para el bienestar de otros”. Este comentario muestra su enorme sensibilidad hacia sus seguidores y su deseo de proteger su bienestar emocional.

Además, es importante mencionar que la ambigüedad de su imagen ha sido clave en su arte, y ha desafiado las normas de género en varias ocasiones. Sus declaraciones no solo abren un diálogo sobre la identidad en la industria del entretenimiento, sino que también invitan a la reflexión sobre cómo la sociedad aborda estos temas delicados.

En un mundo donde la identidad de género sigue siendo motivo de debate y discusión, palabras como las de Lady Gaga son necesarias para generar un espacio de aceptación y amor propio.