La mujer que hizo la denuncia por violación contra el exfutbolista Jorge Valdivia ha decidido hablar públicamente por primera vez, luego de que esta semana la justicia cambiara su situación de prisión preventiva a arresto domiciliario nocturno. En un conmovedor mensaje a través de sus redes sociales, la denunciante expresó: "De chica aprendí a ser valiente y a armarme de coraje para enfrentar situaciones difíciles, y hace unas semanas me tocó volver a hacerlo".

Su mensaje se convirtió en un llamado a todas las mujeres que se encuentran en una situación de vulnerabilidad y duda: "Espero que llegue a cada mujer que duda de sí misma y tiene miedo de denunciar a este personaje". La primera denunciante no solo busca apoyo para sí misma, sino que desea empoderar a otras víctimas a romper el silencio y buscar justicia.

Además, criticó la cobertura de los medios de comunicación sobre su caso: "Lo que hicieron conmigo no representa la verdadera labor de la prensa. Observé en silencio cómo se llenaban la boca, inventando cosas y poniendo en duda mi dolorosa situación. Nadie merece ser juzgado y mucho menos que se masifique un delito grave que cambió mi vida para siempre”.

La mujer también remarcó la complejidad emocional que ha enfrentado, indicando que hoy no dará detalles sobre el abuso, ya que se siente obligada a proteger su espacio personal y su seguridad. "Ahora tengo que estar alejada de mi casa, que también era mi espacio de trabajo, debido a la filtración de información confidencial".

Es abrumador saber que mientras ella permanece recluida por su bienestar, Valdivia camina libre por la calle. "Cuando una persona abusa de su asimetría social y se cree un dios por su situación económica y logros deportivos, es entonces cuando no hay que rendirse".

"Desde el minuto que un enfermo te viola, cuando el proceso de denuncia viola tus derechos y cuando los medios violan tu privacidad y tu imagen, justo ahí es cuando más debes armarte de valor y defenderte". Estas palabras encapsulan su dolor y determinación en un contexto que aún está marcado por el estigma y la desprotección de las víctimas de abuso.

Este caso muestra una realidad alarmante en la sociedad, donde las víctimas enfrentan enormes retos no solo para buscar justicia, sino también para sanar emocionalmente. Las palabras de la denunciante resuenan como un llamado urgente a la acción, y un recordatorio de que cada voz cuenta en la lucha contra la violencia de género.