La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su profunda preocupación por la reciente decisión de Estados Unidos de retirarse de la agencia, un movimiento que, según ellos, impactará negativamente en la salud global, incluida la de sus propios ciudadanos. "Deseamos mantener un diálogo constructivo por el bien de la salud de millones de personas en todo el mundo", declaró el portavoz de la OMS, Tark Jasarevic, quien subrayó que la salida de EE. UU. será efectiva en un año. Esto plantea una amenaza seria para múltiples iniciativas de salud pública en todo el mundo.

Es importante recordar que EE. UU. fue uno de los fundadores de la OMS en 1948 y ha sido su mayor donante a lo largo de las últimas siete décadas, por lo que su ausencia supondrá un vacío difícil de llenar. El presidente Donald Trump, que ya había amenazado con retirar a su país de la OMS durante su primer mandato, ha ordenado pausar todas las transferencias de fondos. Esta decisión ha generado preocupación en la Unión Europea, que insiste en que "necesitamos cooperación global en salud para enfrentar amenazas sanitarias que no conocen fronteras".

En medio de este panorama difícil, la OMS ha lanzado un plan de 60 días destinado a restaurar los servicios de salud en la Franja de Gaza, ahora que un alto el fuego ha sido establecido. Este plan es urgente, dado que la región ha sufrido 15 meses de ataques que destruyeron hospitales, dejando solo la mitad operativos. "No sabemos cuántos trabajadores de la salud quedan en Gaza, pero antes había unos 20,000. Debemos asegurarnos de que se sientan seguros y valorados para que puedan volver a sus puestos", enfatizó Jasarevic.

Este plan incluye la evaluación rápida de daños en instalaciones dañadas, así como la determinación de si los servicios pueden reanudarse. En caso contrario, se contemplará el establecimiento de hospitales de campaña. La situación humanitaria es crítica: el hambre y las enfermedades se han exacerbado, y muchos han perdido sus hogares, incluidos niños que están separados de sus familias. Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, señaló que las prioridades son claras: "Debemos llevar alimentos, abrir panaderías, garantizar atención médica, y reparar redes de suministro de agua, entre otros".

Mientras el mundo observa, la incertidumbre y las tensiones continúan creciendo. ¿Podrá la OMS restaurar la salud pública en Gaza mientras enfrenta el desafío de la falta de fondos y apoyo internacional? La pregunta se queda en el aire, y muchas vidas dependen de la respuesta.