Recientes informes de medios australianos han revelado un caso escalofriante que ha dejado a la nación en estado de shock. Una influencer ha sido detenida por supuesto envenenamiento y tortura de su propio hijo, todo con el objetivo de obtener donaciones a través de sus redes sociales.

Según la agencia EFE, la mujer sometió a su pequeño a condiciones crueles, incluyendo la administración de medicamentos prohibidos, mientras lo exhibía en plataformas digitales para captar la atención de sus seguidores. Esta oscura trama ha sido calificada por la Unidad de Protección Infantil e Investigación como un acto de tortura, donde la madre habría grabado y difundido videos mostrando el sufrimiento y la angustia de su hijo.

La influencer, identificada por las autoridades, aparentemente utilizó al niño para atraer dinero y aumentar su número de seguidores en línea. El departamento de servicios sociales del estado de Queensland ha catalogado este caso como uno de los más perturbadores en la memoria reciente.

Los hechos ocurrieron entre el 6 de agosto y el 15 de octubre de 2024, cuando la madre administró varios medicamentos de prescripción sin autorización y trató de encubrir sus acciones. Sin embargo, la atención médica en un hospital del sur de Brisbane fue clave, ya que los médicos detectaron niveles inusuales de medicamentos en la sangre del menor durante su ingreso, lo que llevó a la intervención de la policía.

La mujer fue arrestada el pasado jueves y enfrenta varios cargos graves, incluyendo envenenamiento, tortura, fabricación de material de explotación infantil y fraude. Los investigadores continúan trabajando en el caso, mientras que la sociedad se pregunta cómo alguien puede llevar a cabo actos tan atroces. Este caso no sólo destapa una posible problemática de explotación infantil en redes sociales, sino que también abre un debate crucial sobre la responsabilidad de los influencers y la seguridad de los menores en un entorno cada vez más digital.