Felipe Viel, reconocido comunicador radicado en Miami desde hace 25 años, ha compartido una experiencia que muchos inversionistas temen enfrentar. Además de su carrera en los medios, el chileno decidió aventurarse en el sector inmobiliario, convirtiéndose en propietario de varias propiedades, muchas de ellas alquiladas. Sin embargo, la fortuna no siempre le sonrió.

Todo ocurrió en el año 2008, durante la crisis económica que arrasó con el mercado estadounidense y tuvo repercusiones en todo el mundo. En ese periodo, Felipe experimentó una tragedia financiera: cinco de sus departamentos, que contaban con inquilinos, fueron abandonados por estos cuando ya no pudieron afrontar el pago del alquiler.

En una reveladora entrevista con Las Últimas Noticias (LUN), Viel explicó que, al no recibir los ingresos proyectados, se vio obligado a cubrir los gastos con su propio dinero. Días pasaron y la situación se tornó insostenible, lo que lo llevó a la dolorosa decisión de devolver las propiedades al banco.

En cuanto a la cantidad que perdió, Felipe aclaró que se trató principalmente de los anticipos que había realizado, especificando que cada departamento le costó alrededor de 10 mil dólares. "Parece poco, pero al sumarlo, se convierte en una cantidad considerable", confesó.

De esta amarga lección, Felipe aprendió la importancia de planificar adecuadamente antes de invertir. "Es crucial preguntarse cuántos meses puedo cubrir los gastos si mis inquilinos no pueden pagar, y considerar los costos de mantenimiento al volver a arrendar una propiedad. Por ejemplo, para un departamento en Miami, cuando se desocupa, tengo que invertir entre 2,500 a 3,000 dólares en reparaciones", explicó con franqueza.

Además, enfatizó que el éxito en el sector inmobiliario no radica en la búsqueda de ganancias rápidas, sino en la paciencia y el análisis de pros y contras. "Nunca se puede garantizar que una propiedad aumentará de valor, ya que los precios son influenciados por múltiples factores", concluyó, advirtiendo a posibles inversores que siempre deben estar bien informados y preparados para imprevistos.