En una sentencia que ha conmocionado a la comunidad de Tierra Amarilla, el exalcalde suplente Mario Morales Carrasco ha sido condenado a una pena de 22 años de presidio efectivo. Esta histórica decisión se produce en el marco de una investigación liderada por el fiscal Luis Miranda Flores, que desmanteló una vasta red de corrupción que involucraba a numerosos funcionarios y ciudadanos que comprometieron gravemente los recursos públicos de la comuna.

Las penas impuestas no solo afectan a Morales Carrasco; otros exfuncionarios también han sido llamados a responder por sus actos. Alejandro Mella, exadministrador municipal, y Osvaldo Carvajal, exdirector del Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM), enfrentarán cinco años y un día de cárcel, además de otros 541 días adicionales. Dániza Hidalgo, quien laboró en la Secretaría de Planificación (SECPLA), recibió un veredicto similar y deberá pagar una multa de 18 millones de pesos.

Nathaly Ordenes, actual directora de SECPLA, no se escapa de la acción de la justicia y deberá cumplir tres años y un día bajo libertad vigilada intensiva.

La pesquisa reveló que el grupo de condenados ofrecía licitaciones a precios exorbitantes a cambio de sobornos, causando un desfalco que asciende a 200 millones de pesos. Varios cómplices adicionales, como Boris Pérez, Claudia Bertoglia, Hugo Maya y Nelson Vieytes, han sido multados y condenados a inhabilitación para desempeñarse en cargos públicos de por vida.

La sentencia marca un hito en la lucha contra la corrupción en Chile, un tema que ha tomado relevancia en las últimas décadas. Con esta decisión, las autoridades envían un mensaje rotundo: no se tolerará la corrupción. Los vecinos de Tierra Amarilla han expresado su apoyo a estas medidas, esperando que sirvan de ejemplo para futuros funcionarios.