Tegucigalpa, Francisco Morazán. – En un año marcado por la creciente necesidad de justicia, el Departamento de Evaluación Mental y Social Forense de la Dirección de Medicina Forense del Ministerio Público (MP) ha llevado a cabo 1353 evaluaciones durante el año 2024. Este servicio especializado está enfocado en la evaluación forense en las áreas psiquiátricas, psicológicas y de trabajo social, y sus resultados pueden tener un impacto significativo en los casos judiciales.

Las estadísticas revelan que se realizaron 716 evaluaciones psiquiátricas y 637 psicológicas, en respuesta a solicitudes de diversas autoridades del sistema de justicia. Estas pericias tienen como objetivo principal determinar el estado de salud mental de individuos que están siendo investigados o que son víctimas de delitos penales, un aspecto crucial para garantizar un juicio justo.

Los expertos forenses se encargan de realizar exhaustivas entrevistas orales y escritas con los implicados, analizando los eventos en cuestión en el marco de las investigaciones en curso. Además, revisan los expedientes clínicos de los evaluados para comprender mejor sus antecedentes psiquiátricos y psicológicos. Este proceso detallado asegura que las conclusiones sean precisas y fundamentadas.

Al finalizar estas evaluaciones, las observaciones y conclusiones se plasman en un dictamen legal que es enviado al juez encargado del caso. Este informe no solo establece la capacidad y estado mental del evaluado, sino que también puede influir en decisiones judiciales cruciales: la salud mental de una persona puede ser determinante para que continúe encarcelada o sea liberada.

Este desarrollo pone de relieve la importancia de la salud mental en el sistema judicial y cómo estos expertos son esenciales para asegurar que se haga justicia, ofreciendo no solo un diagnóstico, sino también una visión más amplia sobre el bienestar psicológico de los individuos involucrados. Este enfoque puede ser la clave para una verdadera rehabilitación y reintegración en la sociedad.