Kike Acuña, una figura emblemática en el mundo del fútbol chileno, fue en su tiempo uno de los 'chicos terribles' de la farándula nacional. Aunque brilló en la cancha durante sus primeros años, los excesos eventualmente le pasaron factura. Su vida personal se convirtió en un torbellino de escándalos, eclipsando incluso sus logros deportivos.

En una polémica que resonó en los medios, Acuña se vio envuelto en problemas con el alcohol que afectaron su estado físico y su economía, llevando incluso a perder la asombrosa cifra de 13 millones de dólares. Sin embargo, el jugador decidió realizar un cambio radical que lo sacaría del hoyo en el que se encontraba y hasta el día de hoy, vive una vida completamente diferente.

Hoy, con más de 40 años, Acuña abrió su corazón sobre esos complejos momentos de su vida. “Me vi acabado”, confesó, recordando aquellos días oscuros en los que se dejó vencer por sus adicciones. En una entrevista reciente, reveló que fue una conversación crucial con su madre lo que lo impulsó a tomar la decisión de abandonar el alcohol.

“Yo no quería dejar el alcohol, me gustaba, lo pasaba bien, pero un día me vi muy mal”, explicó, subrayando lo impactante de esa realización. Cuando le informó a su madre que quería dejar de beber, ella se rió, recordándole cuántas veces había hecho la misma promesa sin éxito. Pero esta vez fue diferente: “Desde ese día, y ya se cumplen 8 años, nunca más tomé”, relató con una mezcla de orgullo y humildad.

Kike Acuña ha dejado atrás su turbulento pasado y ha logrado reinventarse. Actualmente, se dedica a inspirar a otros a combatir las adicciones, compartiendo su historia en charlas y conferencias. Este cambio no solo ha mejorado su salud y bienestar, sino que también ha contribuido a ayudar a quienes enfrentan batallas similares.

El impacto de su transformación se ha vuelto un ejemplo a seguir en el ámbito deportivo y para muchos jóvenes en su país, mostrando que con determinación y apoyo, es posible superar los desafíos más difíciles de la vida.